México incauta 678 kilos de cocaína tras la militarización de los puertos
La droga fue transportada en un barco de bandera japonesa desde Colombia hasta Manzanillo
Las autoridades de aduanas y la Marina de México han informado este martes que han decomisado en el puerto de Manzanillo, Estado de Colima (localizado al oeste del país), 678 kilogramos de cocaína que eran transportados en un barco de bandera japonesa proveniente de Colombia y que tenía como destino el puerto de Yokohama, en Japón. Este decomiso se da casi un mes después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador diera a conocer una ...
Las autoridades de aduanas y la Marina de México han informado este martes que han decomisado en el puerto de Manzanillo, Estado de Colima (localizado al oeste del país), 678 kilogramos de cocaína que eran transportados en un barco de bandera japonesa proveniente de Colombia y que tenía como destino el puerto de Yokohama, en Japón. Este decomiso se da casi un mes después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador diera a conocer una nueva estrategia de su Gobierno para combatir el narcotráfico: “Vamos a limpiar los puertos y las aduanas en el país”, dijo tras pasar a las fuerzas armadas el control y la vigilancia de estas infraestructuras.
Las autoridades mexicanas han calificado de “golpe certero a la estructura financiera de la delincuencia” la incautación de la droga, que fue asegurada el 10 de agosto durante una inspección realizada por personal de la Administración General de Aduanas y una unidad de la Naval a un contenedor descargado en el buque de bandera japonesa. En él, los funcionarios y militares hallaron 11 sacos que contenían la droga guardada en 575 paquetes en forma de ladrillos. “Se tomaron muestras del material y con un equipo de detención de sustancias ilícitas se encontró como resultado cocaína”, han informado las autoridades de Aduanas a través de un comunicado. La droga ha sido entregada a la Fiscalía para que se inicie un proceso judicial, aunque no se ha informado de detenciones o se ha atribuido a qué grupo criminal pertenecía el cargamento.
Entre enero y julio en México se han decomisado 3.793 kilogramos de cocaína, según datos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena). En el mismo periodo también han sido decomisados por las autoridades 97 toneladas de marihuana y seis toneladas de metanfetaminas. El Gobierno de López Obrador mantiene una estrategia de combate al narcotráfico en una alianza estrecha con los militares, a quienes se les han otorgado nuevas funciones como el control de los puertos y las aduanas, decisión que provocó la renuncia de su secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú. El secretario dijo en su carta de despedida que estaba en desacuerdo con la decisión de trasladar a la Marina “las funciones eminentemente civiles” de la administración de los puertos del país.
Manzanillo es el principal puerto mexicano en las costas del Pacífico y un importante puente comercial con los mercados de Asia: en junio se movieron más de 33,5 millones de toneladas de productos, aunque también ha sido señalado por las autoridades como uno de los puntos clave del narcotráfico. Colima es uno de los Estados más violentos de México, al ser un importante paso de droga donde las agrupaciones delictivas luchan por el control del territorio. El Estado registró en 2018 la mayor tasa de homicidios en el país, con 81 por cada 100.000 habitantes, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Fue en Manzanillo donde el presidente López Obrador anunció el 17 de julio su nueva estrategia para el combate contra el narcotráfico, al pasar el control de los puertos a los militares. El mandatario ha cedido en los 19 meses que lleva al mando del Ejecutivo amplios poderes al Ejército, incluidos la creación de la polémica Guardia Nacional y el reparto de negocios inmobiliarios y logísticos. Los militares realizarán labores policiales hasta 2024. Se trata de una estrategia con la que López Obrador, otrora crítico de la militarización de las labores policiales, espera reducir la violencia en el país, que el año pasado registró casi 35.000 asesinatos, la cifra más alta desde que empezaron los registros en 1997.