JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS | Gardone
Catorce años antes de morir, Gabriele d'Annunzio (1863-1938) encargó su propia capilla ardiente. La amuebló al estilo decó, con pieles de leopardo, un retrato suyo junto a san Francisco y una talla de san Sebastián del siglo XVI que representa, a tamaño natural, al mártir cuya historia había escrito él mismo para el compositor Claude Debussy.
Nueve años y una huella dactilar. Eso es lo que ha necesitado la Guardia Civil de Ávila para resolver el rocambolesco robo de siete obras de arte (entre ellas, un dalí y un sorolla). Los acusados son la exesposa y los tres hijos del propietario, que los tenían ocultos en un chalé de Valdemoro (Madrid).
DIEGO A. MANRIQUE | Madrid
Universal y Sony compran las joyas discográficas y editoriales de EMI