Y las protestas llegaron al campus
Estudiantes y docentes de las universidades públicas catalanas preparan movilizaciones contra los recortes - La Generalitat ahorra 114 millones
Una calabaza. Era el regalo que un nutrido grupo de trabajadores de las universidades públicas catalanas y estudiantes querían darle al presidente catalán, Artur Mas, el pasado 7 de octubre, día en el que se celebraba el solemne acto de apertura del curso universitario en los centros públicos. No pudieron, porque Mas no acudió. Y el consejero de Economía y Universidades, Andreu Mas-Colell, logró zafarse de las protestas a la entrada del edificio de la Universidad Politécnica de Cataluña.