La última remodelación del presidente
Lograr la estabilidad financiera de España se ha convertido en el principal objetivo y sentido de los últimos meses del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente procedió ayer a la remodelación, mínima, de su Gabinete, para cubrir la triple vacante dejada por su número dos, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Dentro de 11 días se cumplirán 11 años del Congreso del PSOE en el que, por sorpresa, José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido secretario general del partido. 11 años después, de los dirigentes que estaban entonces en su círculo más próximo, el único que no se ha movido de su lado ha sido José Blanco.
Antonio Camacho (Madrid, 1965) llegó a Interior hace siete años de la mano de un ministro que no era político, José Antonio Alonso, y él, que tampoco lo es, concluirá la legislatura en el puesto de su amigo. Al frente de una de las carteras más complicadas del Gobierno.
No era un día muy adecuado para hablar de política. No solo porque la convocatoria en pleno julio del Comité Ejecutivo del PP provocó una deserción masiva de dirigentes. Sobre todo porque las noticias que llegaban desde la bolsa y los mercados de deuda eran tan catastróficas a medida que avanzaba la mañana que monopolizaron toda la reunión.
En la línea de salida no destacaba. Tras el pistoletazo inicial, estaba bien colocado y avanzó poco a poco. Se mantuvo en el pelotón de cabeza, asumiendo que él no podía liderar la carrera porque sus rivales eran mejores, más listos y más rápidos. Paulino Rivero presidirá hoy su primer consejo como presidente de Canarias.
C. DELGADO | Barcelona
El eje ferroviario suma apoyos pero el futuro de su tramo sur está en el aire
El ministro de Fomento, José Blanco, se reunió ayer con representantes de los Gobiernos de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía y Murcia. Prometió dar de forma inminente un empujón a las obras del eje mediterráneo y licitar antes de dos meses obras ferroviarias entre Valencia-Castellón y Castellón-Castellbisbal.
La fragata española Juan de Borbón, que participa en la vigilancia del embargo naval al régimen de Gadafi, recogió ayer a 100 inmigrantes a unas 100 millas (180 kilómetros) de la costa libia, según informó el Ministerio de Defensa. Los inmigrantes -entre los que hay 8 niños y 17 mujeres, cuatro de ellas embarazadas- fueron subidos a bordo de la fragata para prestarles "atención médica urgente", además de alimentos, agua y mantas, según explicó en el Congreso la ministra Carme Chacón.