Las imágenes de los Mossos d'Esquadra el 27 de mayo en la plaza de Catalunya, ocupada por los indignados, demuestran que "hubo agentes que actuaron de una manera desproporcionada, utilizando la fuerza física de manera desmesurada". Así lo recoge el informe presentado ayer por el síndic de greuges, Rafael Ribó.
El cierre del hospital Dos de Maig de Barcelona ha generado una ola de indignación entre sus trabajadores y el vecindario de la derecha del Eixample, barrio en el que el centro presta servicio desde 1923. El Departamento de Salud anunció el viernes que pretende clausurar el hospital y los trabajadores solo tardaron dos días en improvisar una acampada frente al centro.
Los pacientes y camilleros del hospital Dos de Maig deben acceder al centro sorteando tiendas de campaña plantadas en la calle, sillas de oficina dispuestas en pleno chaflán, pancartas, carteles por doquier y un tumulto de vecinos enojados. "La verdad es que esta entrada es un engorro", ilustró Javier Ruiz, usuario del centro de 37 años.
Unas cámaras de seguridad y un serafín tallado serán los encargados de vigilar la cripta de la basílica de la Sagrada Familia. Después de tres meses de trabajos en la capilla subterránea, que quedó afectada por un incendio provocado por un enfermo mental, la junta gestora ultima los detalles para reabrir sus puertas a los fieles esta semana.
Un brazo con su correspondiente mano y dos piernas en avanzado estado de putrefacción. Son las únicas piezas que tienen sobre la mesa los Mossos d'Esquadra para aclarar un posible crimen cometido en Lleida en circunstancias misteriosas. De momento no ha trascendido la identidad de la víctima.