El nuevo Gobierno británico de conservadores y liberales-demócratas anunció ayer una subida del IVA de 2,5 puntos (hasta el 20%) a partir del 4 de enero, una nueva tasa para la banca, un aumento del 18% al 28% de la tributación para las rentas altas desde hoy, la congelación por dos años de los salarios de los trabajadores públicos y un recorte del Estado de bienestar.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez habló en el Congreso de los Diputados sobre la creación de un impuesto a la banca con el que sufragar el eventual derrumbe de una de esas entidades que pueden hacer temblar a todo el sistema capitalista. Ordóñez se quedó en una posición intermedia: sí a que paguen los bancos, pero no a que lo hagan a través de un impuesto.
La brecha fiscal comienza a contenerse. Aunque muy lentamente, los desequilibrios en las cuentas públicas, la principal preocupación de los mercados cuando miran a España, se redujeron en mayo por tercer mes consecutivo. Con esa mejora, el Estado acumula en los cinco primeros meses del año un déficit de 18.818 millones de euros, el 1,79% del PIB.