ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS | Madrid
¿Qué es lo más honesto que puede decir de sí mismo? "Me llamo Charles Saatchi y soy un adicto al arte". Así se retrata el hombre más poderoso del arte británico, el gurú de la publicidad que se convirtió en uno de los coleccionistas y galeristas más influyentes del mundo, el hombre que vendió por casi 12 millones de euros una de sus obras fetiche, el tiburón en formol de Damien Hirst.
57º Festival de San Sebastián
CARLOS BOYERO
Imagino que la actitud de hijo pródigo de Woody Allen en los últimos años poseía justificadas razones. Es probable que le resultara complicada la financiación de sus proyectos, o que le mosqueara el progresivo rechazo de su obra en Estados Unidos, o que su creatividad necesitara urgentemente cambiar de aires.Intuyo lo que ha pretendido Fernando Trueba, pero lo que veo no me funciona .