Japón apuntala la recuperación mundial al salir de un año de recesión
Nadie ahorra más que los japoneses, nadie trabaja más, nadie tiene menos vacaciones en el mundo llamado desarrollado. En ningún lugar hay más adictos al trabajo, lo que los norteamericanos llaman workaholics. Se supone que eso debería llevar a un país a un cierto éxito, al menos en el plano puramente económico.