Tensión en Irán
Una marea humana acudió ayer a la plaza de Azadí de Teherán para apoyar a Mir Hosein Musaví, el candidato derrotado en las contestadas elecciones presidenciales del viernes en Irán. En silencio, con las manos en alto haciendo el signo de la victoria, cientos de miles de personas, hasta tres millones según algunos observadores, desafiaron la prohibición de manifestarse.
Alemania y Francia se pusieron ayer al frente de la exigencia europea ante las sospechas de pucherazo en Irán al convocar a los embajadores iraníes en las respectivas capitales para reclamarles explicaciones.
Á. ESPINOSA | Teherán
El líder Jamenei y el ex presidente Rafsanyaní libran el verdadero pulso político
En su primer comentario tras las elecciones en Irán, Barack Obama advirtió ayer que "no se puede permanecer en silencio" ante los sucesos de violencia ocurridos en ese país en los últimos días y llamó al régimen a "respetar el deseo y los derechos fundamentales de los ciudadanos" y a "evitar un baño de sangre".
Un discurso radical -"colonialista y en la mejor tradición neoconservadora", en palabras del analista israelí Akiva Eldar-, en el que la responsabilidad de todos los males de Oriente Próximo recae en los palestinos y los Estados árabes y musulmanes; una disertación que ignora la legalidad internacional y los compromisos previos adquiridos por otros Gobiernos israelíes.
MIGUEL GONZÁLEZ | Barcelona
Gordon Brown aparcó ayer enfrente de los Comunes sus promesas de la semana pasada de abrir una etapa de transparencia y valentía política en su manera de gobernar el Reino Unido.