Las notas de los excelentes
"No hay estética sin ética. Ninguna ética sin estética". Unas palabras en latín y las notas de unos pentagramas minimalistas que surgen de las ventanas dan idea de lo que puede esconder un edificio reluciente -de granito, cristal y acero cortén- engarzado entre la realeza de la plaza de Oriente: el Palacio y el Teatro.