El conflicto del Cáucaso
Rusia ha optado por el aislamiento. El presidente Dmitri Medvédev ignoró ayer las presiones internacionales y firmó sendos decretos por los cuales reconoce la independencia de las regiones georgianas de Abjazia y Osetia del Sur, cuyas ambiciones separatistas desencadenaron este mes una breve guerra entre Rusia y Georgia.
El reconocimiento de la independencia de las regiones georgianas de Abjazia y Osetia del Sur por parte de Rusia ha suscitado una respuesta tan generalizada como unánime en Occidente: la condena más absoluta. Los países europeos y Estados Unidos, la UE, la OTAN o la OSCE expresaron ayer su repulsa.
Georgia reaccionó airadamente al reconocimiento de las regiones separatistas de Abjazia y Osetia del Sur por parte de Rusia, que calificó de ilegal y de "anexión descarada". El presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, reunió a última hora de la tarde a su Consejo Nacional de Seguridad.
La carrera hacia la Casa Blanca
| Convención Demócrata
Barack Obama se hizo ayer a un lado para dejar todo el escenario de Denver �y de millones de telespectadores� a Hillary Clinton. No era necesario. Pese a su promesa de apoyo incondicional al candidato presidencial demócrata, Hillary Clinton se había robado ya antes de su discurso de anoche esta convención y ha puesto en serio riesgo el futuro electoral del partido.
"Obama, a diferencia de Hillary Clinton, no tiene experiencia. No tiene un buen plan de salud. No sabe nada de política exterior. Dudo de que sea lo suficientemente patriota. Y no me gusta cómo ha sido designado. Los que inclinaron la balanza a su favor fueron los superdelegados, que son elegidos por el partido y no por los electores.
Nadie lo esperaba, pero el lunes por la noche, el León rugió de nuevo. "Para mí, ésta es una era de esperanza", dijo el sen ador por Massachusetts, Edward Ted Kennedy, de 76 años, ante una audiencia emocionada hasta las lágrimas.
La ONU anunció ayer que ha reunido "pruebas convincentes" de que el bombardeo lanzado el pasado viernes por fuerzas aéreas estadounidenses sobre la zona de Azizabad, en el oeste de Afganistán, causó 90 víctimas civiles, entre ellos 60 niños, tal y como denunció después del ataque el Gobierno afgano.