Guerra en el Cáucaso
El conflicto territorial entre Georgia y su región separatista de Osetia del Sur ha degenerado en una guerra abierta con Rusia, cuyos aviones bombardearon ayer de nuevo la ciudad de Gori, y la de Zenaki y el puerto de Poti, situadas al sur y al este del territorio georgiano. Las tropas rusas, que han recibido refuerzos de paracaidistas en las últimas horas, ocupan la totalidad de Tsjinvali, la capital surosetia, que según varias fuentes está destruida.
"Salven a los ancianos, los niños, los heridos que están en los sótanos de Tsjinvali antes de que los georgianos los exterminen. Saquen a los muertos de allí". Zalina Tedéieva, hasta hace poco profesora en la universidad de la capital de Osetia del Sur, en territorio georgiano, quería lanzar ayer este mensaje "al mundo" desde Vladikavkaz, la capital de la Osetia del Norte rusa.
Volaban sobre las montañas como avispones enloquecidos. Rozaron las cúspides de los monasterios de Gori antes de abrir fuego: una maraña de misiles lanzados hacia cinco enormes caserones a las puertas de la ciudad. Es la feroz represalia de Rusia contra la ofensiva del Ejército de Georgia en Osetia del Sur. "Es el fin del mundo", cuenta Andro Toratze, quien sobrevivió a la masacre.
Los países occidentales desplegaron ayer varias iniciativas diplomáticas para intentar detener la guerra entre Rusia y Georgia. Los ministros de Exteriores de la Unión Europea tienen previsto reunirse mañana en París, según indicó el ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, Carl Bildt, aunque el encuentro no ha sido confirmado oficialmente.
El futuro de Bolivia
Bolivia puede experimentar el enésimo terremoto político de su historia reciente dentro de unas horas, cuando se cierren las urnas y el escrutinio decida si el presidente Evo Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera y ocho de los nueve prefectos (gobernadores) del país pueden seguir en sus cargos o deben abandonarlos.
Barack Obama pasa unos días en su ciudad natal de Honolulú (Hawai) descansando de la tortura de una campaña infernal. O quizá dejando espacio para que los ciudadanos descansen de él. Un 48% de los encuestados por Pew Reserch declara esta semana haber oído hablar "demasiado" del aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos, cuya candidatura sufre síntomas de fatiga.