VIENE DE PRIMERA PÁGINA... EL MONSTRUO DE AMSTETTEN
"Todas las prostitutas le conocían"
El día antes de que la policía abriera la puerta del sótano de Josef Fritzl, el monstruo de Amstetten, llamó al delegado del distrito, Hans Heinz Lenze, a su despacho. Pronto se iba a saber que Fritzl abusaba de su hija Elisabeth desde que ella tenía 11 años.