Desde que era un mocoso dirigía a las grandes orquestas. En su casa. A su aire. No es que el pequeño Gustavo Dudamel indicara con la batuta -"con el palito, que lo llamaba yo", dice- la música que salía de los discos que le ponía su padre como si fuera un juego. Es que paraba el tocadiscos, daba indicaciones a la orquesta y después volvía a apretar la tecla del play confiado en que le iban a hacer caso.
Hace cuatro años y en menos de lo que dura un suspiro, Lewis cambió de vida y trabajó. Mandó a paseo a Hollywood y se subió a una furgoneta para recorrer el mundo con tres tipos sudorosos, entre los que está su novio, con el deseo de convertirse en estrella de rock.
El estreno en la alta costura, anoche en París, de Josep Font fue escrupulosamente fiel al ideario del individualista diseñador catalán. "Es un Font multiplicado por tres, un catálogo de mis obsesiones", explicaba antes del desfile. Plantas trepadoras, guiños españoles, mucha poesía y apuntes circenses. Rojos contra fucsias, verde lima surcado por escamas de azabache.
Las colecciones de EL PAÍS
GREGORIO BELINCHÓN
Mañana con EL PAÍS, por 9,95 euros, un DVD y un libro de Clint Eastwood