El arquitecto Francisco Pérez Arbues, de 74 años, no salía ayer de su asombro. Parte del edificio que diseñó hace ahora 26 años, el anexo del colegio Sagrado Corazón de Madrid, se vino parcialmente abajo a primera hora de la mañana del lunes, sin que se produjeran víctimas.
Un gran corte en la cabeza, la cara amoratada, los ojos velados por la sangre y en silla de ruedas. Así abandonó a mediodía de ayer la clínica Ruber Internacional el empresario y ventrílocuo José Luis Moreno, seis días después de ser brutalmente apaleado en su casa por unos ladrones.
Se sienta y se saca un pecho. Bajo el banco hay una montaña de periódicos. A menos de tres metros a su derecha, una papelera reventada con todos los restos por el suelo. Y en medio, la mujer del pelo rojo, con el carrito, con el niño hambriento envuelto en una mantita, ajena al pestazo.
La Gerencia de Urbanismo, situada junto al colegio Sagrado Corazón (Chamartín), ordenó ayer la clausura inmediata del centro. Los técnicos municipales hallaron graves fallos en la estructura original del edificio, por lo que el centro estará cerrado hasta que haya una revisión en profundidad.
"Estaba casi inconsciente en el suelo y me seguían pegando". Así resumió el empresario y ventrílocuo José Luis Moreno cómo fue agredido por tres encapuchados que irrumpieron en su chalé el pasado jueves. El artista fue dado de alta cerca de las dos de la tarde de ayer del hospital Ruber Internacional.
El juez de Madrid Santiago Torres, que investiga la presunta trama ilegal de licencias descubierta en el Ayuntamiento de Madrid, tomó ayer declaración a Victoriano Ceballos, jefe de la División de Impacto y Análisis Ambiental del Consistorio y uno de los imputados que cumplen prisión provisional por delitos de prevaricación, cohecho y tráfico de influencias.
JESÚS RUIZ MANTILLA | Madrid
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