Por la puerta grande
La fiesta de los toros dividió ayer a Barcelona en la calle. Gracias al reclamo de José Tomás, que rompía su retiro tras un lustro de ausencia, la plaza Monumental volvía a colgar el cartel de "no hay billetes". Hacía más de dos décadas, desde 1985, que el coso barcelonés no conseguía un llenazo así. La expectación por la corrida de Tomás se respiraba muchas horas antes.