Los más odiados
"Es una profesión que puede ser desagradable. La gente tiene muy mal concepto de nosotros. Pero es como el enterrador, alguien tiene que hacerlo", explica un conductor de grúa que lleva 17 años al volante y que prefiere no revelar su identidad. Trabaja 7 horas y media al día y gana unos 1.400 euros. Otros 250 conductores se reparten en tres turnos la polémica tarea. Durante el día, más de 80 grúas se reparten la ciudad.