Claroscuro en Nueva Orleans
YOLANDA MONGE | Washington
Adiós a 2005. Bienvenido 2006. A ritmo de jazz, Nueva Orleans despedía el año que trajo al Katrina. El sonido de las trompetas ahogó durante unas horas la devastación y el dolor por los más de 1.300 muertos que se cobró el huracán. El barrio Francés fue una fiesta. De forma masiva, Nueva Orleans recuperó lo que el huracán le arrebató de golpe: los turistas.