Los nuevos 'sin techo' tienen título
Ricardo tiene 41 años, una barba mal recortada y una nariz roja surcada por venillas. Pegado a su cartón de vino y a una bolsa de plástico con sus pertenencias, deambula desde hace más de cinco años por las calles de Madrid durmiendo en los cajeros, bancos y marquesinas de la capital esperando, como él dice, que la vida le "consuma".