CUMBRE DE LA UE
| Cita en Bruselas
CARLOS YÁRNOZ | Bruselas
La tragedia llegó anoche Bruselas. La crucial cumbre para superar la crisis abierta tras el `no' franco-holandés a la Constitución concluyó con un rotundo fracaso que amenaza con la parálisis en la Unión. Los jefes de Estado y Gobierno fueron incapaces de pactar las Perspectivas Financieras para el periodo 2007-2013 debido a las exigencias de los más ricos, con Reino Unido y Holanda a la cabeza.
La posición española
José Luis Rodríguez Zapatero sorprendió anoche con una maniobra de última hora, al rechazar un acuerdo sobre el marco presupuestario de la UE que había defendido hasta el último minuto y en el que había logrado casi todo lo que había pedido.
El presupuesto
GABRIELA CAÑAS | Bruselas
Juncker dice avergonzarse por el rechazo a la oferta de los países del Este de reducir gastos
El primer ministro británico, Tony Blair, rechazó anoche todas las fórmulas que la presidencia luxemburguesa le propuso ayer para congelar el cheque británico.
La diplomacia
R. M. DE RITUERTO | Bruselas
La crisis de la Constitución posterga también la creación del Ministerio de Exteriores de la UE
Las repercusiones en Polonia
El Gobierno polaco está intranquilo por el bloqueo en Bruselas del acuerdo financiero de la UE para 2007-2013, porque de ello depende que los fondos comunitarios vayan en mayor o menor proporción a los sectores más sensibles del país, en particular a la agricultura, que ha experimentado un desarrollo "espectacular" en el último año.
MARGARIDA PINTO | Lisboa
El nuevo primer ministro de Portugal mantiene la popularidad pese a las primeras medidas para recortar el déficit público
Sin llegar a la participación con que fue elegido el presidente Mohamed Jatamí hace ocho años (90%), los iraníes acudieron ayer a las urnas a votar en mayor número de lo augurado.
Saltan chispas entre los dos líderes libaneses que se juegan su futura influencia política en la última ronda de las elecciones legislativas, que se celebra mañana en la región norte de Líbano.
Según apuntaban ayer todos los analistas políticos, sin José Dirceu, el todopoderoso ministro brasileño que dimitió la noche del jueves pasado zarandeado por los escándalos de corrupción, ni el Gobierno ni el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, serán los mismos.