DOS AÑOS DESPUÉS DE LA INVASIÓN
Casi siete semanas después de que los iraquíes desafiaran las amenazas de los insurgentes para participar en las primeras elecciones en el país en décadas, los miembros de la Asamblea constituyente se reunieron ayer por primera vez a pesar de la serie de explosiones que sacudió el corazón de la capital de Irak.
Para algo más de la mitad de los norteamericanos la guerra de Irak no mereció la pena, pero la mayoría cree que los iraquíes están ahora mejor que hace dos años, cuando empezó la invasión.
El Gobierno israelí traspasó ayer a los palestinos el control y la administración de Jericó, una ciudad de 20.000 habitantes a orillas del río Jordán. La transferencia se lleva a término con casi mes y medio de retraso sobre el calendario inicialmente pactado, como consecuencia de las serias discrepancias surgidas entre las dos partes sobre el alcance y la forma en que se debía ejecutar la retirada de las tropas israelíes de esta ciudad de Cisjordania.
Gordon Brown presentó ayer un presupuesto para el año 2005 (que empieza el 1 de abril) de indiscutible perfil preelectoral. "Es un presupuesto para pensionistas y trabajadores", proclamó el ministro de Finanzas.
La UE no abrirá hoy las negociaciones de adhesión con Croacia, pese a que ésta era la fecha fijada, y no lo hará hasta "constatar que coopera plenamente con el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia [TPIY]".
El banquero Edouard Stern fue asesinado por su amante, una francesa de algo más de 30 años, detenida el martes por la policía suiza y que ayer confesó el crimen.
El Congreso de Bolivia estudiaba ayer la propuesta del presidente Carlos Mesa de adelantar dos años, al próximo 28 de agosto, las elecciones.
La derecha chilena, que durante décadas defendió a Augusto Pinochet de las acusaciones en su contra, prefirió ayer observar silencio después de la revelación del Senado norteamericano sobre las 125 cuentas bancarias y de valores que el dictador mantuvo durante un cuarto de siglo en Estados Unidos, muchas de ellas con nombres falsos o de familiares y militares cercanos. Las cuentas del general golpista y su camarilla generaron reacciones en el Gobierno, el Ejército, los imputados y en los querellantes del dictador.