LA EXTRAÑA PAREJA.
Neurosis obsesiva
JUAN JOSÉ MILLÁS
Volví a Madrid volando desde mi lugar de descanso porque se me metió en la cabeza que me había dejado las luces del salón encendidas. Un cortocircuito, con las temperaturas reinantes, podría resultar fatal para mi interés inmobiliario, pues sólo tengo uno, aunque ya sé que lo normal es tener "intereses inmobiliarios" en plural y contratar a los abogados por docenas.