La libertad insobornable y la lucidez de Max Aub reviven en su centenario
Cosmopolita, judío errante, socialista hasta la muerte, tolerante y múltiple. Todo eso y más cosas fue Max Aub, un hombre bueno que nació en París, se crió en Valencia y se exilió en México. Hablaba francés y alemán, pero eligió el castellano como su lengua de creación.