Los obispos recurren al FBI
La Iglesia católica de Estados Unidos ha intentado mil maneras de reparar su imagen manchada de pederastia y, ante la falta de éxito, ha acabado recurriendo al FBI. El sínodo episcopal ha contratado a una superagente femenina del FBI para que investigue si todavía hay sacerdotes que abusan sexualmente de niños. La pregunta que muchos se hacen es si se trata de un golpe de efecto publicitario o de verdad la van a dejar libertad de acción. Después de toda su vida profesional persiguiendo a asesinos y ladrones, la agente Kathleen McChesney, católica soltera de 51 años, deja su puesto de directora ejecutiva de la división de investigaciones del FBI para hacerse cargo de la Oficina de Protección de Niños y Jóvenes.