ACOSO A IRAK
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó ayer por unanimidad la resolución 1.441, que obliga a Irak a aceptar el regreso de los inspectores de armas y amenaza con 'graves consecuencias' -en otras palabras, la guerra- si renuncia a esta 'última oportunidad'. Estados Unidos, que presentó el texto para obtener el respaldo de la comunidad internacional, reafirmó sin embargo que podrá actuar en solitario si en algún momento lo estima necesario. El régimen de Sadam Husein dispone ahora de siete días para responder al ultimátum lanzado desde la ONU.
Desde hace varias semanas, Hans Blix, el diplomático sueco responsable de la Comisión de las Naciones Unidas para la Inspección, Vigilancia y Verificación (Unmovic, en inglés), solía despedirse de los periodistas con un 'nos veremos en Bagdad'.
Cuatro fotografías, remitidas de forma anónima a través del correo electrónico a un gran número de medios de comunicación estadounidenses, causaron ayer un revuelo en el Pentágono. El Departamento de Defensa anunció la apertura de una investigación sobre la procedencia de las imágenes e indicó que no eran montajes, sino instantáneas captadas durante un vuelo militar con prisioneros, pero sus portavoces no quisieron hacer más comentarios.
JOHN CARLIN | Londres
Los grupos opositores en el exilio se debaten entre el odio a Estados Unidos y la necesidad de su intervención en Irak
Valéry Giscard d'Estaing, presidente de la Convención sobre el Futuro de Europa, recibió ayer una avalancha de críticas por afirmar en una conversación con dos periodistas de Le Monde que la hipotética adhesión de países como Turquía a Europa sería 'el fin de la UE'.
El abrazo de China al capitalismo no pudo ser ayer más frío. Los 2.114 delegados presentes en el XVI Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh), que se celebra en Pekín, acogieron con un raquítico aplauso de compromiso el largo discurso de despedida del presidente Jiang Zemin.
El Gobierno de Álvaro Uribe trató por todos los medios legales de evitar la puesta en libertad de Gilberto Rodríguez Orejuela, pero no lo logró.
El rey Mohamed VI se implicará, a partir de ahora, más directamente en la gestión de su reino a través de los numerosos ministros tecnócratas que ha colocado en puestos relevantes del Gobierno cuya formación fue anunciada el jueves.