Roberto Matta lamenta que el mercado haya reducido el arte a simple decoración
El pintor y arquitecto chileno recibe hoy en Madrid el Premio Tomás Francisco Prieto
"Esto es inutilizable, por lo tanto invendible. Por eso me gusta". Así presentó ayer Roberto Matta su última obra, una especie de cuadro virtual que ha titulado Arquitecto del tiempo y que viaja en su bolsillo en forma de vídeo casero. Matta, que hoy recibe en Madrid el XI Premio Tomás Francisco Prieto -que anualmente concede la Casa de la Moneda-, lamenta que "las ganas" del mercado han reducido el arte a simple decoración. "Ya nadie quiere jugar, ni investigar, se ha perdido la intensidad de la emoción, el arte sólo es una triste bolsa de comercio", añade el artista, de 90 años.