Las viejas centrales nucleares del Este se convierten en una amenaza para la UE
Una instalación checa genera tensiones con Austria que dificultan la ampliación de la Unión
Europa Occidental considera una amenaza común los viejos e inseguros reactores de algunos países del centro y el este europeo. Pero ahora la UE dispone de una baza poderosa: las negociaciones para su ampliación. Gracias a ellas, Lituania, Eslovaquia y Bulgaria ya se han comprometido a cerrar algunos reactores. El último conflicto ha surgido con el funcionamiento, aún en pruebas, de la central checa de Temelín, a 50 kilómetros de Austria. Aunque cumple los estándares de seguridad occidentales, Austria mostró la semana pasada su estrategia de dificultar a los checos la adhesión.