El ex presidente de Banesto Mario Conde y el ex coronel del Cesid Juan Alberto Perote Bellón, principal sospechoso de filtrar al diario El Mundo las escuchas telefónicas a personalidades españolas, mantuvieron una reunión secreta el pasado martes de casi tres horas. Ambos estuvieron acompañados por íntimos colaboradores del banquero. El escándalo había alcanzado ese día su punto álgido, al conocerse que entre los espiados estaba el rey Juan Carlos. La reunión se celebró en un chalet madrileño, propiedad de Fernando Garro, amigo de Conde y director general de Banesto, hasta su intervención por el Banco de España. Todos llegaron y se marcharon por separado. El primero fue el propio Perote, quien permaneció en la vivienda seis horas. Conde llegó a las 13.30.
El teniente general Emilio Alonso Manglano, de 69 años, máximo responsable del Cesid, dejará el cargo próximamente. El Gobierno le está buscando sustituto a marchas forzadas, una vez que el escándalo originado por la filtración de escuchas realizadas a importantes personalidades ha puesto en evidencia su incapacidad para controlar el Cesid.
Un comando checheno dio ayer un audaz golpe de mano en la ciudad rusa de Budiónnovsk, sita a 150 kilómetros de la frontera chechena, que dejó un rastro de decenas de muertos y heridos en las calles. Los asaltantes amenazan con fusilar a más de 300 rehenes que han capturado sí las tropas rusas no cesan sus acciones en Chechenia.A pesar de la desesperada intervención de fuerzas policiales y militares rusas, el comando seguía ocupando esta madrugada un hospital y el Ayuntamiento, donde ondeaba la bandera independentista chechena.
La decisión de Jacques Chirac de reanudar los ensayos nucleares franceses en el Pacífico provocó ayer una cadena de críticas en todo el mundo. Bill Clinton hizo ayer notar a Chirac que lamentaba su decisión.