LOS PARLAMENTARIOS DE HB, AMETRALLADOS
El ametrallamiento se produjo cuando los siete parlamentarios 'abertzales' cenaban en un hotel de Madrid
Dos hombres jóvenes, uno de ellos enmascarado y el otro con un pasamontañas con la cara al descubierto, asesinaron anoche en el restaurante Basque, de Madrid, al diputado electo de Herri Batasuna Josu Muguruza, de 31. años, e hirieron gravemente id también diputado Iñaki Esnaola, de 41 años, once horas antes de que acudieran hoy al Congreso para asistir, por primera vez, a su sesión constitutiva. La diputada de FIB Itziar Aizpurúa declaró anoche que los parlamentarios de su formación política no estarán presentes hoy en la constitución de las Cortes, que, pese al atentado, se mantiene según la agenda prevista.
EDITORIAL
EL CRIMEN cometido anoche en Machid lleva el signo del fascismo. Las balas que acabaron con la vida del diputado de Herri Batasuna Josu Muguruza y causaron graves heridas a su compañero Iñaki Esnaola son balas contra la paz y la esperanza. Contra la esperanza de paz abierta por la anunciada presencia de los electos de la formación nacionalista radical vasca en el Parlamento. Por débil que fuera esa esperanza, la presencia de HB en el fóro democrático por excelencia constituía una iniciativa sin precedentes que hubiera sido impensable sin las transformaciones producidas a lo largo de los dos últimos años en la sociedad vasca. Ha resultado determinante en esta iniciativa el hastío provocado por la violencia, la convicción en la conciencia de los ciudadanos vascos de que es preciso interrumpir el mecanismo de la venganza, siempre recomenzada
Nicolae Ceaucescu, presidente de Rumania y secretario general del partido comunista de ese país, lanzó ayer fuertes críticas a los países del Este que se encuentran en procesos de reformas democratizadoras, y defendió la continuidad de su régimen inmovilista, que ha sido condenado por la comunidad internacional por sus violaciones de los derechos humanos.En la apertura del l4º Congreso del Partido Comunista Rumano, Ceaucescu pronunció un discurso de seis horas en el que elogió los logros de sus años de mandato al frente de Rumania.