Cuando todo apuntaba a que el rechazo del Reino Unido a los acuerdos que se alcanzaron ayer de madrugaba en Bruselas iba a llevar el pesimismo a los mercados, China salió al rescate.
La operación de compra del negocio financiero de la intervenida Caja Mediterráneo (CAM) por parte del Banco Sabadell ha deparado la primera polémica a costa de las denominadas cuotas participativas que la caja puso en el mercado bursátil en julio de 2008 por 292 millones.
El de 2011 va a ser un año pésimo para el sector inmobiliario. De eso no hay duda. Pero los datos de compraventa de viviendas publicados ayer por el Ministerio de Fomento dan un motivo de alegría para los abonados al optimismo: el desplome del primer semestre se ha moderado.
Las agencias de calificación de riesgos, ajenas a las críticas que desatan sus anuncios, continúan con su inexorable labor. Moody's y Fitch siguieron ayer con sus análisis y valoraciones.