Hasta siete días en una sala de espera del ICE: la nueva normalidad para los migrantes detenidos en la era Trump
La agencia federal eliminó el límite de 12 horas en el que un migrante podía esperar a ser procesado. Videos muestran las condiciones “inhumanas” a las que están siendo sometidos
En el pasado, las políticas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) establecían que los inmigrantes arrestados podían permanecer en salas de espera por un máximo de 12 horas mientras eran trasladados a centros de detención o deportados; pero con el regreso de Trump al poder la agencia federal echó abajo la vieja regla para mantener a los extranjeros hasta por siete días en estos cuartos, casi siempre en condiciones de hacinamiento.
Un análisis de la CNN indica que la estancia promedio de los detenidos en salas de espera es de dos a tres días, pero algunos han estado varias semanas. Cifras del Deportation Data Project reflejan que la permanencia de los arrestados en este tipo de espacios ―que solo representa una parada en el extenso sistema de detención de inmigrantes― fue del 18% entre enero y julio. Un 4% más que en 2024. Las órdenes que limitan las liberaciones figuran como una de los principales causantes del incremento.
Hace dos meses, cuando comenzaron a multiplicarse las denuncias por las violaciones a la política de las 12 horas, el ICE modificó la norma para mantener a los inmigrantes hasta tres días en salas de espera, justificados solo bajo “circunstancias excepcionales”. La mayoría de estas salas —unas 160 a nivel nacional— se encuentran en las oficinas de la agencia federal, mientras que unas pocas forman parte de centros de detención más grandes. La nueva regla tampoco se ha cumplido.
La situación en el Centro de Procesamiento Krome de Florida es particularmente extrema. Más de 600 personas fueron recluidas simultáneamente en sus salas de espera a mediados de febrero. El 62% de los trasladados al lugar superaron el máximo de 12 horas, con el agravante de que las instalaciones no tienen camas, duchas y otras infraestructuras para permanencias largas. Allí, como en otros centros, la medida del ICE terminó por convertirse en una tortura y una amenaza a la salud de los detenidos, que en su mayoría carecen de antecedentes penales.
A finales del mes de marzo, la filtración de un video grabado por un inmigrante mexicano recluido en Krome puso en evidencia las irregularidades que transcurren en el lugar. “Estamos prácticamente secuestrados. Hay personas que llevan más de 30 días y no han sido procesadas”, denunció. Una auditoría interna del ICE reveló que los detenidos estaban retenidos demasiado tiempo en estos espacios, sin almohadas ni mantas, sin suficiente comida ni atención médica oportuna.
“Nos tienen como perros”
La sala de espera de la oficina del ICE en la ciudad de Nueva York concentró 191 personas a principios de julio, y el promedio de permanencia en el espacio es de 32 horas. Los extranjeros estaban incomunicados, durmiendo en el suelo o en una silla, con un excusado a la vista de todos, sin poder ducharse y bajo un olor insoportable. Muchos se enfermaron. “Nos tienen como perros”, reclamó un inmigrante venezolano en un video que se hizo viral en redes sociales.
Tras una demanda introducida por activistas defensores de los inmigrantes, que afirmaba que las personas permanecían detenidas en condiciones de “hacinamiento, precarias y punitivas”, un juez federal ordenó al ICE el mes pasado a mejorar las condiciones de las salas de detención de Manhattan, reduciendo el número de detenidos y asegurándose de que tuvieran colchonetas y pudieran contactar a sus abogados.
En las salas de espera de una oficina del ICE en Baltimore, el 92% de las detenciones han durado más de 12 horas, y la estancia promedio es de 53 horas. Estas denuncias provocaron una rápida respuesta del ICE, que en un comunicado desmintió que las salas de espera incumplieran con sus estándares de detención. “Todos los detenidos reciben alimentación adecuada, tratamiento médico, duchas, mantas y tienen la oportunidad de comunicarse con sus familiares y abogados (...) La mayoría de nuestras instalaciones tienen estándares de detención más altos que la mayoría de las prisiones estadounidenses, que albergan a ciudadanos estadounidenses. Garantizar la seguridad y el bienestar de las personas bajo nuestra custodia es una prioridad absoluta”, asegura el documento.
La exdirectora de la Oficina de Política y Planificación de Detención del ICE durante el mandato de Obama, Dora B. Schriro, declaró a CNN que la norma de las 12 horas significó una protección importante para los detenidos en el pasado. “Es muy probable que se produzca un aumento de muertes en detención y de afecciones médicas graves”, expresó. Por su parte, organizaciones defensoras de los inmigrantes consideran que las condiciones hostiles en las instalaciones del ICE obedecen a una estrategia: que los detenidos no se opongan a su deportación.
Lo más grave es que estas duras condiciones se están cobrando la vida de decenas de extranjeros bajo custodia. En los nueve meses del segundo mandato de Donald Trump, 14 personas han perdido la vida en centros de detención del ICE.