Yalitza Aparicio: “Yo fui de esas mujeres que cuando estuvo en su lugar tenía otra forma de pensar”

La actriz mexicana presta su voz como narradora de ‘Las Amazonas de Yaxunah’, un documental sobre el revolucionario equipo de sóftbol femenino maya de la región mexicana de Yucatán

Yalitza Aparicio en una alfombra roja en Hollywood, California, en febrero de 2019.Richard Shotwell (Richard Shotwell/Invision/AP)

Yalitza Aparicio (30 años) es actualmente una referencia de México y la herencia indígena de los pueblos mexicanos. Originaria de Tlaxiaco, Oaxaca, su padre es de un pueblo que pertenece a Santa Catarina Yosonotú, y su madre es de Joya del Mamey, en Putla. Yalitza obtuvo el título de licenciada en educación infantil y preescolar, lo que le permitió trabajar como maestra de preescolar hasta que hizo su debut cinematográfico como Cleo en la película Roma, de Alfonso Cuarón, en 2018, que le valió una nominación al Premio de la Academia a la Mejor Actriz, siendo la primera mujer indígena y la segunda mujer mexicana en lograr esa hazaña. En 2019, la revista Time la incluyó en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo, y en octubre de ese mismo año fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO para los Pueblos Indígenas.

Este 2024, la actriz mexicana regresa al cine, pero esta vez prestando su voz como narradora de Las Amazonas de Yaxunah, un filme que sigue el inspirador viaje de un equipo de 26 apasionadas jugadoras sóftbol, de 13 a 62 años, que rompen estereotipos de género y superan inmensos desafíos para perseguir su pasión por el deporte. Un proyecto, presentado durante el New York Latino Film Festival, en el que Aparicio se ha visto reflejada y sobre el que EL PAÍS conversa con ella y su director, Alfonso Algara.

Pregunta. Alfonso, ¿cómo llegó a dirigir este proyecto?

Alfonso Algara. Me enviaron un artículo del New York Times en donde hablaban de un grupo de mujeres en la selva yucateca que estaban jugando béisbol con trajes típicos, y me pareció obviamente una historia muy bonita, apasionante. El problema es que en este lugar no hay señal de teléfono, no hay internet, era súper complicado comunicarme con ellas. Así que fui yo solo a conocerlas y fue increíble.

P. Yalizta, ¿cómo fue su reacción cuando recibió el guión para narrar el filme?

Yalitza Aparicio. Fue sorprendente porque ya nos habían dicho que el director no era mexicano. Como que siempre piensas que se tiene que ser del centro del corazón de la comunidad para tener esa forma de pensar o para referirse a alguien. Cuando conocí todo su proceso para llevarse con ellas, para ganarse su confianza y conocerlas más a fondo, fue cuando entendí por qué existía ese afecto hacia ellas.

P. ¿Estuvo envuelta en el desarrollo del guión o aportó sugerencias?

Y. A. Es algo que se iba dando conforme se estaba hablando. Ya estábamos grabando y yo preguntaba “¿cuál es la intención de esta parte? Es que yo lo siento de esta manera, intentémoslo y ya vemos cuál queda. Entonces, fue ese juego de proponer y ver qué era lo que sonaba mejor.

P. ¿Cuál fue el mayor desafío durante el proceso de filmación?

A. A. Lo que más me interesaba a mí era en ganarme su confianza y fue a lo que le dedique más tiempo. Realmente cuidé mucho que mi equipo se involucrara, que se sentaran en la mesa con ellas, que comiéramos con ellas, que durmiéramos en sus hamacas, en sus casas, que jugáramos con sus hijos, que todos fueran en el mismo canal.

Yalitza Aparicio con el equipo de 'Las Amazonas de Yaxunah’ en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles, el 2 de junio.Paul Archuleta (Getty Images)

P. ¿Cuál fue su reacción al ver el filme completo?

Y. A. Maravilloso. Creo que había cositas por ahí que yo aún no había visto de los clips, porque lo que nos mandaron todavía no estaba editado. Poro cuando ya lo vi al final fue sorprendente saber cómo habían desarrollado todos los efectos. Era demasiado impactante lo que se estaba viendo.

P. ¿Cuál es el mensaje que quiere que la gente se lleve?

Y. A. El progreso es un trabajo en equipo, no se puede llegar a nada si no se unen las fuerzas, si no existe colaboración. Muchas veces dicen “esto es solamente para la comunidad indígena”, pero ¿cómo habría llegado esta historia hasta este punto si Alfonso y el resto del equipo no hubieran confiado? Lo otro es también la unión entre las mujeres, el apoyarse, el siempre mirar hacia adelante, el hecho de cómo nos enfrentamos a tantas cosas y el mostrar esa fuerza como guerreras para continuar.

P. ¿Cuánto vio de usted en las historias de esas mujeres?

Y. A. Muchas cosas, desde el día uno que las conocí hasta ahorita creo que hay muchas cosas que todavía digo “claro, yo pasé por eso o yo también pensaba eso o yo viví eso”.

P. ¿Le cuesta ver que todavía la sociedad impone limitaciones a las mujeres o que haya mujeres aferradas a creencias del pasado?

Y. A. Entiendo un poco, porque yo fui de esas mujeres que cuando estuvo en su lugar tenía otra forma de pensar. Me decían “ya estás muy grande, no tienes hijos, pobrecita de ti”. Pero una vez que salí de ahí a otro contexto, en donde todas las mujeres que me rodeaban decían: “acabo de regresar de París y fui a Londres, fui a Los Ángeles…”, y yo les preguntaba: “¿y tu marido no te dice nada?”, vi que la reacción no era de molestia, sino de asombro. Cuando conoces otra perspectiva de la vida descubres cosas que en tu contexto no te habían enseñado. Hoy en día con las redes sociales, con los medios de comunicación, se presta un poco más para que te des cuenta de que tú, aún siendo mujer, tienes derecho a estudiar, tienes derecho a viajar, si quieres te casas o si no no, si quieres tienes hijos... Pero si estás adentro y encerrada, o rodeada de estos comentarios, es un poco complicado.


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