Las máquinas no cambian votos: las falsas afirmaciones que buscan manchar las elecciones en Estados Unidos
Ciertos errores humanos cometidos durante la votación anticipada han sido caldo de cultivo para la creación de bulos en contra del proceso electoral
A las afueras de un centro de votación en la ciudad texana de Fort Worth, en el condado de Tarrant, un elector a favor del expresidente Donald Trump denunció que la máquina había cambiado su voto. Fue a principios de semana cuando el video se hizo viral y comenzó a generar una serie de acusaciones en contra del proceso. Las autoridades electorales respondieron rápidamente en un comunicado e informaron que solo una de cada 58.000 papeletas emitidas ese primer día de la votación anticipada (que fue el 21 de octubre) estaba mal impresa por un error del votante. Pero el bulo ya había echado a andar.
“El sistema de votación del condado de Tarrant marca electrónicamente las selecciones de candidatos de un votante e imprime una papeleta para su revisión antes de emitir el voto”, explica el texto, en el que los funcionarios también aseguran que “no hay motivos para creer que el sistema esté modificando los votos”. Y continúan con una recomendación clara: “El Departamento de Elecciones del Condado de Tarrant recomienda encarecidamente a los votantes confirmar sus selecciones en la boleta física antes de colocarla en el escáner para ser contabilizada”.
Otras denuncias como esta han llegado estos últimos días desde Estados como Tennessee y Georgia. En este último Estado clave en los comicios del 5 de noviembre, la representante republicana Marjorie Taylor Greene afirmó que una máquina cambió la papeleta de un votante del condado de Whitfield (al norte de Atlanta). En este sentido, la Junta Electoral y el fabricante de las máquinas —Dominion Voting Systems―, indicaron que nuevamente el problema se debió a un error del votante y que el mismo se había resuelto mientras este se encontraba en el centro de votación. “Los humanos cometemos errores. Se llaman así por una razón. Cualquiera que afirme que las máquinas están cambiando votos miente o no investiga. Este asunto es un error humano”, escribió Gabriel Sterling, secretario del Estado de Georgia, en su cuenta de X.
Los señalamientos no han llegado solo del lado de los republicanos. El representante demócrata Antonio Parkinson también denunció una supuesta alteración de los votos en el condado de Shelby, Tennessee. Sin embargo, la Comisión Electoral de la localidad desmintió irregularidades en la votación e instó a los votantes a revisar cuidadosamente sus papeletas antes de emitirlas.
Una vieja polémica
En las elecciones de 2020, Donald Trump también hizo afirmaciones contra las máquinas de votación sin ofrecer pruebas. De hecho, las dos empresas fabricantes de las mismas, Dominion Voting Systems y Smartmatic, presentaron demandas por difamación contra particulares y medios de comunicación. Fox News tuvo que pagar a Dominion más de 787 millones de dólares por acusaciones falsas. Este 2024, el empresario Elon Musk ha sido uno las voces más altisonantes contra las máquinas, dudando de su integridad y pidiendo que sean prohibidas.
Por su parte, el asesor del Programa de Elecciones y Gobierno del Centro Brennan (una entidad progresista de vigilancia democrática sin ánimo de lucro), Derek Tisler, declaró a CBS que no hay nada que temer con las máquinas de votación, probadas antes y después de la elección: “Los funcionarios electorales revisarán una muestra de las papeletas después de las elecciones para confirmar los recuentos de las máquinas de votación”. En estas auditorías radica una de las principales salvaguardas del voto en Estados Unidos. Alrededor del 98% de los votos que se emitirán en las elecciones del 5 de noviembre tendrán un registro en papel.
Tisler agregó que es mucho más probable que se produzcan problemas como pantallas congeladas o escáneres de papeletas atascadas que cualquier tipo de interferencia “maliciosa” o piratería informática. En este sentido, los expertos insisten en la importancia de que los electores comprueben sus papeletas y confirmen que su selección sea la correcta antes de emitir el voto. Asimismo, las autoridades electorales están preparadas para atender cualquier incidente que pueda producirse. La garantía del voto no está en entredicho.