Tiene siete veces más usuarios que su competidor más cercano en el mundo de las citas por Internet: 370 millones en todo el mundo —más que toda la población de Estados Unidos— y más de 38 millones de registros en España, donde nació. Su tecnología ha sido copiada y utilizada por innumerables redes sociales de dating. Es Badoo, la aplicación que más fácil pone conocer gente para amistad... o lo que surja.
Es la app de citas más abierta e inclusiva del mundo, y fue creada en 2006 por el emprendedor ruso Andrey Andreev. En un principio era una red social generalista, pero se fue especializando en el mundo del dating y de conocer gente de forma rápida y sencilla.
Fue pionera en el concepto de deslizar, es decir, ir pasando fotos de gente hacia la izquierda o hacia la derecha, según resulte atractiva o interesante, o no. También fue la primera en utilizar tecnología de satélite GPS para localizar personas en las cercanías con las que poder entablar una conversación.
Sus 60 millones de usuarios activos mensuales pertenecen a 190 países del mundo y la app está disponible en 47 idiomas. Cada día se envían a través de ella 350 millones de mensajes, y se registran 300.000 nuevos usuarios. Puede utilizarse en todo tipo de plataformas móviles.
Emprendedor, chef y excéntrico: así es su creador
El fundador de Badoo, Andrey Andreev, es hijo de una maestra y un profesor de matemáticas. Desde pequeño le atrajo el mundo de la tecnología: a los 10 años se hizo su propio aparato de radio; a los 12, una máquina para hablar con su mejor amigo, que vivía a una manzana, y a los 14, una antena de radio para el tejado que le permitía hablar con el resto del mundo.
Empezó Administración de Empresas en Moscú, pero lo dejó para reunirse con su familia, que se había mudado a España. Creó un servicio de rastreo web, Spylog, y otro de publicidad online, Begun, cuya venta le hizo millonario; luego, desarrollo su primera red social de citas, Mamba, la más popular de Rusia actualmente; y después nació Badoo.
Andreev, de 44 años, está orgulloso de haber contribuido a crear parejas y a aumentar la población del planeta. Da pocas entrevistas y la compañía no dedica tanta atención al marketing como otras del sector, lo cual explica en parte que, a pesar de su gran cantidad de usuarios, siga siendo relativamente desconocida para los medios y el público que no utiliza este tipo de redes.
El fundador de Badoo lleva siempre el mismo modelo de camiseta y de vaqueros, pero, a diferencia de otros empresarios del sector tecnológico, no se avergüenza de vivir bien, de comprar yates de lujo o de disfrutar de la alta gastronomía. De hecho, está considerado un gran cocinero y su sopa de cebolla está en el menú de grandes chefs.
Cómo encontrar lo que buscas
El funcionamiento de Badoo es muy sencillo: el usuario sube fotos suyas, crea un perfil y establece la edad y sexo de la gente que quiere conocer. El GPS ayuda a localizar personas que cumplan esos criterios en los alrededores y la app empieza a mostrar sus perfiles en el móvil del usuario, que va seleccionando los que le interesan. Si dos encajan, pueden empezar a chatear, por texto o (desde agosto de este año) por vídeo, y quedar... si surge. También se puede charlar con gente de otras ciudades o países, claro está. El límite es de dos mensajes, antes de que la otra persona responda.
Hay tres maneras muy sencillas de comprobar que la persona al otro lado es quien dice ser, es decir, de verificarla: mediante una llamada perdida, a través del perfil de Facebook y mediante un selfi en una postura elegida aleatoriamente por la aplicación, que es comprobado por alguno de los 5.000 moderadores de la compañía. Los usuarios pueden optar por comunicarse solo con usuarios verificados.
La aplicación funciona mediante un modelo freemium: el servicio básico es gratuito para todos, pero los usuarios tienen la opción de pagar las opciones premium para dar más visibilidad a sus perfiles. Una de las últimas funciones de Badoo permite encontrar gente que se parezca a un famoso determinado, aquel que resulte más atractivo al usuario. La opción surgió precisamente por el motivo contrario: evitar que la gente utilizara fotos de personajes conocidos como si fueran propias.
No obstante, Badoo cuenta con miles de moderadores en todo el mundo. Estos son capaces de verificar si una foto subida a Badoo es real o no en cuestión de segundos. A la vez, los usuarios deben verificar su perfil tras su creación con distintos métodos, incluida la “Verificación por foto”. Esta función, te solicita que te tomes una foto replicando el gesto que ves en pantalla. Los moderadores harán el resto.
La empresa y sus otras marcas
La compañía tiene su sede en el Soho de Londres, donde trabajan 300 empleados, y también tiene oficinas en Moscú. Ha formado alianzas con otras aplicaciones más pequeñas, como Chappy, Huggle y Blendr, todas las cuales usan la tecnología de Badoo.
Su proyecto más reciente y exitoso es Bumble, una aplicación de citas enfocada a las mujeres, que tiene una gran aceptación en Estados Unidos y Reino Unido. Surgió en 2014, de la colaboración entre Andreev y Whitney Wolfe, emprendedora estadounidense de 28 años con amplia experiencia en el sector de las redes de dating.
Bumble, dirigida por Wolfe, tiene su sede en Austin (Texas), 70 empleados en total, y da más control a las mujeres sobre sus citas que la mayoría de otras aplicaciones. Por ejemplo, las conversaciones entre un hombre y una mujer debe iniciarlas siempre ella (si son entre personas del mismo sexo, puede empezarlas cualquiera). Además, incluye una opción específica para buscar amistad. Tiene 18 millones de usuarios en todo el mundo, de los cuales más de la mitad son mujeres.
En abril de este año, Badoo rediseñó su aplicación y su marca, simplificando su interfaz y adoptando un logotipo color púrpura con un corazón naranja, así como el lema Más que dating. El objetivo, poner aún más fácil a los internautas contactar con su alma gemela, que está a solo a un movimiento deslizante de distancia.