López Obrador rechaza la petición de Xóchitl Gálvez de suspender Las mañaneras: “No estamos en una dictadura”
El presidente asegura que cancelar sus conferencias de prensa sería censura y una violación a la libertad de expresión. La oposición señaló que las intervenciones del presidente suponen una intromisión ilegal en las elecciones
Las conferencias matutinas del presidente están en el centro del último choque entre el Gobierno y la oposición. Andrés Manuel López Obrador rechazó este miércoles la petición de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez de suspender l...
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Las conferencias matutinas del presidente están en el centro del último choque entre el Gobierno y la oposición. Andrés Manuel López Obrador rechazó este miércoles la petición de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez de suspender las Mañaneras y aseguró que hacerlo sería una “gravísima violación” de la libertad de expresión y un acto de “censura”. “No estamos en una dictadura ni de derecha ni de izquierda”, afirmó el mandatario y defendió que en una democracia debe haber una pluralidad de puntos de vista. Tras reunirse con los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) un día antes, Gálvez acusó que las ruedas de prensa han sido un instrumento para “dañar su imagen” y parte de una estrategia desde Palacio Nacional para incidir de forma indebida en la elección, en un reclamo respaldado por los tres dirigentes nacionales de la coalición Fuerza y Corazón por México.
“¿Cómo nos van a silenciar? ¿Y las libertades dónde quedan?”, cuestionó López Obrador, que achacó el pedido de Gálvez a que sus adversarios están “muy nerviosos” a dos meses de la elección del próximo 2 de junio. La candidata postulada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) planteó a los consejeros del INE que la equidad de la contienda está en riesgo e hizo tres peticiones al árbitro electoral en una reunión que se extendió por más de tres horas. La exlegisladora exige que las autoridades electorales aclaren que los programas sociales no estarán en riesgo en caso de que Morena deje el poder, que garanticen la seguridad en las votaciones y que ponga freno a las conferencias de prensa del presidente. “No estamos pidiendo que se haga nada que no pueda el INE desarrollar e implementar”, dijo la aspirante en un mensaje conjunto con el líder panista Marko Cortés, el priista Alejandro Alito Moreno y el perredista Jesús Zambrano.
Uno de los primeros cuestionamientos que hicieron los periodistas a Gálvez fue si la cancelación de las Mañaneras no implicaba una afrenta contra la libertad de expresión. “Los propios Consejeros reconocen que el presidente ha sido reincidente, a pesar de las medidas cautelares que se le han hecho una y otra vez, en seguirse metiendo en la jornada electoral”, respondió la candidata. Desde la perspectiva de la oposición, los apercibimientos que han hecho las autoridades electorales y las directrices para modificar o retirar ciertos contenidos de las conferencias ya no son suficientes para garantizar que haya “cancha pareja” en la elección. En el otro extremo del debate, López Obrador afirmó que si se adopta esa medida, se violaría la Constitución. Desde la perspectiva del Gobierno, la petición va más allá de un intento por relanzar la candidatura de Gálvez y es problemática.
El conflicto entre López Obrador y Gálvez por las Mañaneras se remonta a hace varios meses. En junio pasado, Gálvez pidió derecho de réplica para explicar su posición sobre la continuidad de los programas sociales, pero el presidente se negó a recibirla, pese a la orden de un juez. El choque fue clave para las aspiraciones políticas de la entonces senadora, que tres meses después se hizo con la candidatura presidencial del frente opositor. Morena, el partido gobernante, no ha dado peso al último reclamo de Gálvez, convencidos de que entrar a la polémica no beneficia a la candidatura de Claudia Sheinbaum, la puntera en las encuestas. “Es un acto autoritario”, dijo Sheinbaum.
El PRI, el PAN y el PRD anunciaron que la petición iba a ser discutida en el Consejo General del INE. A partir de ese punto, los partidos de oposición evaluarán si llevarán el asunto al Tribunal Electoral. Gálvez aún no ha adelantado si presentará una demanda por daño moral, aunque el año pasado ya presentó denuncias formales por la difusión de datos fiscales de sus empresas. “Tengo entendido que el Tribunal Electoral ya determinó que no es posible hacerlo”, dijo López Obrador. Se refería a otra petición hecha este año por los opositores para sacar de circulación su último libro bajo argumentos similares.
Las autoridades electorales se han mantenido al margen y han evitado pronunciarse, aún envueltos en los cuestionamientos sobre las fallas técnicas y los problemas de formato del primer debate presidencial, celebrado el domingo pasado. La contienda por la presidencia ha revivido un debate recurrente durante este Gobierno, sobre los límites de la libertad de expresión y el papel de los funcionarios públicos en el periodo electoral. El recorrido legal de los reclamos de la oposición, sin embargo, es incierto y vuelve a meter en aprietos a un árbitro que ha sido cuestionado por ambos extremos del espectro político.
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