El peso de la religión en las elecciones mexicanas
Los grupos religiosos buscan ganar influencia en los partidos con campañas ideológicas y posicionando a sus propios candidatos
Con eslóganes encubiertos y consignas ideológicas, la religión se ha abierto camino en las elecciones más grandes de la historia de México. En un país con más del 88% de su población que se reconoce como parte de alguna iglesia, los grupos religiosos tienen en sus manos el poder para mover la balanza a favor o en contra. La ley prohíbe a los ministros de culto competir por un puesto público, pero algunas asociaciones han permeado a los partidos y han logrado meter a sus propios candidatos. El resurgimiento del Partido Encuentro Socia...
Con eslóganes encubiertos y consignas ideológicas, la religión se ha abierto camino en las elecciones más grandes de la historia de México. En un país con más del 88% de su población que se reconoce como parte de alguna iglesia, los grupos religiosos tienen en sus manos el poder para mover la balanza a favor o en contra. La ley prohíbe a los ministros de culto competir por un puesto público, pero algunas asociaciones han permeado a los partidos y han logrado meter a sus propios candidatos. El resurgimiento del Partido Encuentro Social —ahora llamado Solidario— o el apoyo en bloque de iglesias a fórmulas que defienden los valores e intereses propios, como la oposición al aborto o la homosexualidad, siembra dudas de cara al domingo sobre si existe un voto religioso en México.
Las iglesias mexicanas no pueden apoyar abiertamente candidatos, de acuerdo a la legislación. Sin embargo, la presión de los intereses religiosos escaló a tal punto durante la campaña que la Secretaría de Gobernación emitió un comunicado en abril pasado recordando a los ministros de culto que no podían tomar partido y pidiendo evitar el proselitismo y la propaganda. La Iglesia católica en México, que reúne a 97 millones de fieles, no apoya “a un partido o a otro, porque no hay un partido democrático cristiano”, explica el nuncio apostólico en el país, Franco Coppola. Sin embargo, en un juego fino entre los lineamientos que establece la ley, la Conferencia Episcopal Mexicana publicó en mayo un mensaje en el que enlistaba una serie de criterios para “iluminar las conciencias” de los votantes católicos. Entre los puntos, destacaba “la defensa de la vida (de todas las vidas) desde la concepción y hasta la muerte natural, el matrimonio y la familia como núcleos fundamentales del bienestar social”.
Para el sociólogo Bernardo Barranco, especializado en religión, lo particular de estos comicios es que han tenido una mayor presencia de “algunas iglesias de corte pentecostal” que han presionado al electorado y a los candidatos para que se muestren a favor de “una postura anti ideología de género”. Esto se ha manifestado en campañas que atacaron los derechos de las mujeres, de los gays y, sobre todo, se enfocaron contra el aborto, afirma. “Hay una articulación entre los sectores fundamentalistas de los evangélicos y la rama más conservadora de los integristas de la Iglesia”, explica. “Son posturas que se dirigen a los sectores más conservadores del país”. Esta elección, afirma, será importante para determinar si existe en México un voto religioso, algo que históricamente ha generado debate.
Entre los puntos a prestar atención, según Barranco, está el resucitamiento del PES, que puede terminar no consiguiendo votos suficientes para alcanzar algún cargo público, o el desempeño que termine teniendo el Partido de Acción Nacional (PAN). Este último caso, explica, resulta interesante porque se trata de una formación vinculada a las posturas más conservadoras del catolicismo, algo que suele darle votos de ese grupo religioso. Pero la alianza que ha decidido hacer el PAN con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en esta elección le ha dejado “maniatado” para hacer campaña con los argumentos del catolicismo.
Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, asegura que los grupos evangélicos en México —que concentran a 14 millones de personas— no votarán en esta ocasión “de manera corporativa”. Lo hicieron en 2018, afirma, para llevar a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia. Pero el partido gobernante, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), aglutina posiciones que él no defiende, como el acceso al aborto. Eso le hace alejarse de la formación, a pesar de su categórico apoyo al presidente. “No tengo una opinión favorable o en contra sobre la posibilidad de que Morena saque la mayoría en la Cámara de Diputados”, dice en relación con la disputa electoral más importante del próximo 6 de junio. En varias ocasiones, Farela había advertido que los evangélicos meterían a sus propios candidatos en las listas del próximo domingo, aunque no ha querido especificar de quienes hablaba.
Ante la imposibilidad de hacer público su apoyo, algunas de estas asociaciones escondieron sus intenciones en reuniones privadas. Entre ellas está La Luz del Mundo, que ha buscado echar mano de sus conexiones políticas en estas elecciones. El medio mexicano Milenio reveló esta semana un audio en que se escuchaba a uno de los apoderados de la iglesia, con base en Guadalajara, pedir a sus fieles que apoyaran al candidato de Morena a la alcaldía de la ciudad. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló en marzo de 2020 las cuentas de seis altos miembros de la institución religiosa, cuyo líder se encuentra preso en Estados Unidos, tras una investigación por estafa, pornografía infantil y explotación sexual de menores.
El apoyo al candidato de Morena en Guadalajara estaba condicionado a que ayudara a la institución a negociar con las autoridades federales, principalmente el titular de la UIF, Santiago Nieto, el descongelamiento de las cuentas bancarias. El Partido de Acción Nacional denunció este miércoles a la iglesia, al candidato y a Nieto por un presunto delito electoral. “Exigimos un proceso electoral democrático, limpio, en donde no se use el aparato del Estado para ganar elecciones”, reclamó la diputada Mariana Dunyaska García en la presentación de la denuncia.
Desde hace unos meses, la apuesta de La Luz del Mundo ha sido entrar en las listas y garantizarse la mayor cantidad de espacios políticos que sean posibles. Barranco asegura que no es exclusivo de esa congregación. “Los grupos evangélicos fueron históricamente marginados. Muchos procuran ahora, a través del cabildeo, intercambiar curules por oferta de votos”, dice. Entre los miembros de esta iglesia que buscan el próximo domingo un puesto o una reelección están el diputado Emmanuel Reyes de Morena, Israel Zamora del Partido Verde, o Kehila Ku de Movimiento Ciudadano. En este caso, el apoyo a los partidos se diversifica porque predominan otros intereses, afirma Barranco. “La pureza ideológica ha cedido ante el pragmatismo”.
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