Una visión optimista de la economía mexicana que no termina de encajar con los datos oficiales

López Obrador asegura en su informe de Gobierno que la economía se recuperará tan rápido como ha caído, que la inversión extranjera al país no ha sufrido, pese a que hay indicadores que indican lo contrario

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pronuncia su segundo discurso sobre el estado de la unión en el Palacio Nacional en la Ciudad de México, México, el 1 de septiembre de 2020.HENRY ROMERO (Reuters)

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha ofrecido este martes un discurso cargado de cifras e indicadores económicos como parte de su segundo informe de Gobierno. Sin embargo, no todos los datos reflejan el panorama actual, según economistas y expertos consultados. La visión optimista del mandatario contrasta con las previsiones de muchos organismos internacionales, como ha vuelto a quedar de manifiesto durante su mensaje al país. Este es un análisis a partir de la intervención del presidente.

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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha ofrecido este martes un discurso cargado de cifras e indicadores económicos como parte de su segundo informe de Gobierno. Sin embargo, no todos los datos reflejan el panorama actual, según economistas y expertos consultados. La visión optimista del mandatario contrasta con las previsiones de muchos organismos internacionales, como ha vuelto a quedar de manifiesto durante su mensaje al país. Este es un análisis a partir de la intervención del presidente.

“La caída de la economía, a pesar del desastre mundial, fue de 10,4% en el semestre, pero aún con la debacle fue menor el daño que nos causó la crisis económica que nos está afectando, que lo que se está registrando en otros países como Italia, España, Francia y Reino Unido”.

“Aquí estamos en la danza de las cifras”, dice José Ignacio Martínez Cortés del Laboratorio de Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM. “Es que no se puede medir por semestre, la medición es trimestral y la caída brutal de la economía la tenemos en el segundo trimestre, donde estuvimos el pleno confinamiento”. A partir de la clasificación de actividades esenciales y no esenciales como fueron publicadas en el Diario Oficial el 30 de marzo, del 1 de abril al 30 de junio, tenemos como resultado que la economía cae un 17,9%, de acuerdo con la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) con relación al primer trimestre del año. “Pero no podemos hablar de una caída semestral”.

Por su parte, Valeria Moy, economista y directora de la organización de investigación y análisis independiente Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), asegura que México ha tenido una de las peores caídas en su producto interno bruto (PIB) en el mundo. “Que diga que no es cierto, que nos ha ido muy bien, cuando tenemos los datos que dicen lo contrario es una mentira pura y dura”.

“Por no permitir la corrupción y por hacer un gobierno austero, hemos podido ahorrar durante nuestra Administración alrededor de 560.000 millones de pesos”.

En los 20 meses desde que López Obrador llegó al poder, la Administración ha logrado que alguna de las grandes empresas que por años evadieron al fisco se pusieran al corriente en sus pago de impuestos y esto es gran parte del ahorro al que se refirió en el informe, según asegura Martínez. También se han realizado recortes dentro del Gobierno, cerrado subsecretarías completas, que han aportado a esta austeridad. “Algo importante es que ese ahorro, que lo llamó el secretario de Hacienda el guardadito, ya no se va a repetir. Se terminaron las triquiñuelas”, dice Martínez.

El próximo martes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público enviará al Congreso el Paquete Económico 2021, el cual es, en concreto, el presupuesto que propone para el Gobierno el próximo año. Se espera que los ahorros mencionados se gasten para impulsar la economía, explica Martínez. En abril, al responder a la presión por implementar un programa de estímulo económico más grande, el secretario de Hacienda Arturo Herrera dijo: “México no puede tener un programa de estímulo fiscal del tamaño de Alemania o Canadá”.

“Se han destinado a estos programas 115.000 millones de pesos en beneficio de nueve millones de personas. No es un gasto sino una inversión; no son dádivas, es justicia”.

Ante la crisis económica ocasionada por el coronavirus, el Gobierno se rehusó a ofrecer transferencias temporales a manera de ingreso a quienes perdieron su empleo por las medidas de confinamiento. En su discurso, el presidente ofreció diferentes cifras de cuántos beneficiados hay de los programas de asistencia social que su Administración implementó desde el inicio de su gobierno en 2018. Dijo, por ejemplo, que “es un timbre de orgullo poder decir que ayudamos, por medio de los programas sociales, a 23 millones de familias”.

“El problema es que eso no lo vas a poder comprobar nunca, porque las cifras no son transparentes, entonces no sabes quién está recibiendo esos recursos”, dice Moy. Los programas sociales están basados en el Censo del Bienestar, el cual, el gobierno nunca ha publicado o transparentado, asegura la experta. “Eso es muy serio. Hoy en día no tenemos nada de esta información más que lo que nos dice el presidente”.

La inversión extranjera directa “se mantuvo prácticamente igual que en 2019″ la cual, durante el primer semestre del año llegó a 17.969 millones de dólares.

“Yo creo que lo que busca presentar es un mensaje político en función de una variable económica, en donde lo que intenta transmitir es de que las empresas transnacionales que están en México confían en el país. Por eso utiliza estas cifras. Sin embargo, aquí yo haría un matiz”, apunta José Luis de la Cruz, encargado de asuntos económicos de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). “Durante el último semestre la inversión extranjera directa no cayó más porque lo que se hizo fue hasta cierto punto un apoyo de empresas de las matrices extranjeras sobre sus filiales que están en México. No fueron nuevas inversiones ni tampoco reinversión de utilidades, sino transferencias entre las empresas de una misma matriz”.

“Básicamente las empresas están prestando dinero para tratar de mantener cierta inversión. Entonces eso es lo que muestra es de que el entorno no es el más favorable y que hay un aspecto a contemplar”, dice De la Cruz.

“Pronostiqué que la crisis económica provocada por la pandemia sería transitoria; dije que será como una V, que caeríamos pero que saldríamos pronto. Afortunadamente así está sucediendo”.

“Estamos en medio de la crisis, no sabemos ni lo que viene”, dice Moy. En todo el mundo se está usando la V para describir un escenario en el que el rebote o recuperación que se espera se vea en todo el mundo. Si la recuperación fuera en forma de V la recuperación sería tan rápida y fuerte como la caída. Si fuera en forma de U la recuperación sería más lenta. “El discurso de la V lo tiene muy manejado y le encanta porque conecta un poco con los que esperan tecnicismos en el discurso. Pero, por supuesto que la recuperación no va a ser en una V, porque aunque haya habido algunos crecimientos en algunos indicadores durante junio y/o julio, que empieza a verse un pequeño rebote, estamos en medio de la crisis. Todavía no sabemos qué va a pasar “, apunta Moy.




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