Sujetos a la brutalidad de la naturaleza
David Wallace-Wells
Periodista estadounidense, autor de ‘El planeta inhóspito. La vida después del calentamiento’ (Debate)
“La lección incuestionable de la covid-19 es la misma que la del calentamiento global: todos vivimos en la naturaleza, independientemente de que nos sintamos en cuarentena o a salvo de ella”
Parecerá normal. Siempre ocurre después de un intervalo de tiempo. Como ya hemos empezado a hacer con el cambio climático, y lo haremos mucho más, encontraremos formas de aceptar como “nueva normalidad” equilibrios políticos y sociales inimaginables seis o nueve meses antes de que llegara la pandemia, con una ferocidad y velocidad impensables. Algunos de estos cambios son predecibles, incluso lo suficiente como para parecer triviales: mayor lavado de manos, mayor uso de mascarillas, mayor vigilancia médica; más gente trabajará a distancia, aunque es de suponer que, durante un tiempo, trabajarán muchos menos; daremos más prestigio social a las multinacionales tecnológicas, que nos mantuvieron conectados y provistos cuando fallaron hasta los servicios públicos.
Pero en otras áreas, aunque la pandemia ha ampliado el abanico de posibilidades, la trayectoria particular es mucho menos clara. ¿La experiencia de la amenaza compartida empujará a las naciones más hacia la asistencia social o las alejará de la confianza en unos Gobiernos que tropezaron cuando eran más necesarios? ¿La pandemia mundial que provocó un improvisado confinamiento en todo el hemisferio traerá consigo también instituciones mundiales más sólidas, capaces de hacer frente no solo a la enfermedad sino tal vez también a la pobreza y al cambio climático? ¿O provocará una reacción nacionalista?
El mundo no discurre con arreglo a líneas claramente trazadas ni escoge entre opciones binarias sencillas. La historia siempre ha sido confusa, un embrollo, y lo será aún más en las próximas décadas, en parte porque la lección incuestionable de la covid-19 es la misma que la del calentamiento global: que todos vivimos en la naturaleza, independientemente de que nos sintamos en cuarentena o a salvo de ella, lo que significa que siempre estaremos sujetos a su brutalidad, sin que importe lo rápido que surja. Nuestra única defensa es la normalización.
Créditos
Edición y Coordinación: Joseba Elola, Carmen Pérez-Lanzac, Braulio García Jaén, Carla Mascia, Andrea Aguilar, Pablo de Llano, Jorge Morla, Ángeles Lucas, Pablo León, Jesús Alborés.
Dirección de arte: Fernando Hernández
Ilustraciones: Sr. García
Fotografía: Carmen Guri y Almudena Martín
Desarrollo: Jacinto Corral
Frontend: Alejandro Gallardo
Traducciones: News Clips y María Luisa Rodríguez Tapia