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Gobiernos competentes que optimicen recursos

Adrian Wooldridge

Director de Política de ‘The Economist’ y escritor británico

Adrian Wooldridge

“La covid-19 es un indicio de que Occidente está perdiendo su ventaja de siglos”

La crisis del coronavirus está demostrando la enorme importancia de un buen gobierno. Los países que han sobrevivido razonablemente bien a ella ‒por ejemplo, Alemania y Dinamarca en Europa; Nueva Zelanda y Australia en Australasia, y Corea del Sur y Ruanda en el mundo emergente‒ se caracterizan por sus buenos gobiernos. Los que han sufrido innecesariamente ‒Estados Unidos es el ejemplo más destacado‒ están plagados de problemas con su maquinaria gubernamental.

Por buen gobierno no me refiero a un gobierno grande. Los intentos por parte de izquierdistas como Bernie Sanders en Estados Unidos o Jeremy Corbyn en Gran Bretaña de sostener que la crisis nos conducirá a una nueva era de gobiernos grandes son un error. Se puede tener uno pequeño pero eficaz, como Singapur, o uno grande e ineficaz, como India. Me refiero a un gobierno competente que haga el mejor uso posible de sus recursos y busque sin parar ideas inteligentes del sector privado o de otros países. Singapur contrata y recompensa a sus altos cargos como si fueran consejeros delegados de una empresa, y como sabe cualquiera que haya pasado por el aeropuerto Changi, gestiona sus infraestructuras con eficiencia empresarial.

Al demostrar la importancia del buen gobierno, la crisis del coronavirus también nos está mandando una advertencia sobre un posible punto de inflexión en la historia mundial. Desde el siglo XVII, Occidente ha ido por delante del resto del mundo ‒y en particular de la que fuese su cercana rival, China‒ porque ha sido escenario de una serie de revoluciones: la autoritaria del siglo XVI, que permitió a los gobiernos consolidar su poder sobre sus territorios; la liberal del siglo XIX, por la que se abandonó el nepotismo en favor de la meritocracia; y las revoluciones del Estado del bienestar del siglo XX, a raíz de las cuales los gobiernos se hicieron cargo de la responsabilidad de la salud y la educación de sus ciudadanos.

Pero la covid-19 es un indicio de que Occidente está perdiendo su ventaja de siglos. Una parte importante de los países que mejor la han combatido están en Oriente: Corea del Sur, Japón, Vietnam y, por supuesto, Singapur. En comparación, grandes países occidentales como Italia, España o Gran Bretaña han obtenido resultados deficientes. La diferencia más preocupante para el futuro equilibrio de poder es la que existe entre China y Estados Unidos. Aunque China haya sido el epicentro inicial del virus, ha sabido controlarlo mucho mejor y, por consiguiente, ha extendido su poder blando.

Créditos

Edición y Coordinación: Joseba Elola, Carmen Pérez-Lanzac, Braulio García Jaén, Carla Mascia, Andrea Aguilar, Pablo de Llano, Jorge Morla, Ángeles Lucas, Pablo León, Jesús Alborés.

Dirección de arte: Fernando Hernández

Ilustraciones: Sr. García

Fotografía: Carmen Guri y Almudena Martín

Desarrollo: Jacinto Corral

Frontend: Alejandro Gallardo

Traducciones: News Clips y María Luisa Rodríguez Tapia