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Coca-Cola eleva a 16.000 millones de dólares el riesgo por su litigio fiscal en EE UU

La compañía confía aún en ganar los recursos en los tribunales pese a los recientes reveses

El logo de Coca-Cola en un bar, en una imagen de archivo.
El logo de Coca-Cola en un bar, en una imagen de archivo.BENOIT TESSIER (REUTERS)
Miguel Jiménez

Coca-Cola compite cada día en los bares y en los supermercados. Las ventas son la preocupación recurrente de los directivos de la compañía. En paralelo, sin embargo, un dolor de cabeza para los ejecutivos es un pleito que mantiene el grupo con sede en Atlanta contra la agencia tributaria estadounidense (el Internal Revenue Service, IRS). La empresa ha sufrido varios reveses y en su último informe anual ha elevado la cuantía en juego hasta nada menos que 16.000 millones de dólares (unos 14.800 millones de euros al tipo de cambio actual).

“La compañía estima que el potencial pasivo agregado por impuestos e intereses podría ser de aproximadamente 16.000 millones de dólares a 31 de diciembre de 2023″, indica la empresa en su informe, aunque mantiene la confianza en ir ganando recursos en los tribunales para evitar que se apliquen los criterios de la autoridad fiscal.

El Tribunal Fiscal de Estados Unidos publicó en noviembre un dictamen en su página web, en el que daba la razón al fisco. El nuevo fallo era complementario de otro dictado en 2020. Ambos iban referidos a los precios de transferencia o la forma en que Coca-Cola asignaba los beneficios a diferentes filiales. En opinión de las autoridades, Coca-Cola trasladaba resultados en exceso a jurisdicciones extranjeras para evitar hacer frente a unos impuestos estadounidenses más altos. El IRS rechazó esa ingeniería fiscal y efectuó ajustes en las declaraciones fiscales, que la compañía recurrió. El mismo juez que dictó el nuevo fallo en noviembre le dio la razón a la agencia tributaria en su decisión de 2020, de 244 páginas.

Coca-Cola y el IRS están ahora en proceso de llegar a un acuerdo sobre los impactos fiscales de esos dos dictámenes. Una vez finalizado este proceso, el Tribunal Fiscal dictará sentencia en el caso y la empresa dispondrá de 90 días para presentar un recurso ante el Tribunal de Apelación. El caso inicial va referido a los ejercicios 2007 a 2009 y Coca-Cola estima que tendrá que pagar por él aproximadamente 5.800 millones de dólares, más los intereses adicionales devengados desde el 31 de diciembre hasta el momento del pago. Una parte o la totalidad de este importe, más los intereses devengados, se reembolsaría si la empresa ganara el recurso.

Pero además, si la metodología que ha establecido el Tribunal Fiscal para reasignar los ingresos procedentes de licenciatarios extranjeros fuera finalmente confirmada por los tribunales y el IRS decidiera aplicarla a los años siguientes —y los tribunales le dieran la razón a la agencia tributaria— el impacto sería de esos 16.000 millones de dólares. La estimación ha subido desde los 14.000 millones estimados hace un año.

Además, un fallo adverso condenaría a Coca-Cola a sufrir en adelante un tipo impositivo efectivo 3,5 puntos superior, lo que castigaría sus resultados netos y su valoración en Bolsa. Está tanto en juego que la compañía tratará de llevar el caso incluso al Tribunal Supremo si no logra que antes los jueces le den la razón.

Coca-Cola considera que el IRS y el Tribunal Fiscal “interpretaron y aplicaron erróneamente la normativa aplicable al reasignar los ingresos obtenidos por los licenciatarios extranjeros de la sociedad para aumentar el impuesto estadounidense”. “Además, la compañía cree que la imposición retroactiva de dicha obligación tributaria utilizando una metodología de cálculo diferente a la acordada previamente por el IRS y la Compañía, y auditada por el IRS durante más de una década, es inconstitucional. La compañía tiene la intención de hacer valer sus pretensiones en apelación y defender enérgicamente su posición”, indica en su informe anual, en línea con lo que había anticipado.

La empresa sigue considerando más probable ganar los recursos que perderlos, pero ha elevado sus provisiones por si acaso. “Aunque la Sociedad está en total desacuerdo con las posiciones del IRS y con las partes de los dictámenes que confirman dichas posiciones, es posible que una parte o la totalidad del ajuste propuesto por el IRS y sostenido por el Tribunal Fiscal sea finalmente confirmado”, admite.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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