¿Vivir sin Google Maps, Gmail y YouTube? Millones de móviles Android no podrán utilizarlas

Es el gran problema de tener dispositivos conectados a internet, que llega un momento en el que la tecnología compatible con ellos no lo es con los servicios que usamos a diario y, por lo tanto, se produce un instante en el que dejan de permitirnos el acceso. Lo que les convierte, virtualmente, en unos bonitos adornos para ponerlos sobre la mesa desempeñando labores de marco fotográfico (o algo peor).

Pero la vida es así, y por esa razón, Google ha tomado la decisión de sacar de la lista de terminales compatibles con algunas de sus apps a una buena cantidad de ellos que, todo hay que decirlo, quedaron superados ya hace muchos años. Incluso el de aquel usuario que se aferrara a su primer smartphone y no quisiera soltarlo hasta que se le cayera hecho pedazos de sus manos.

¿Vivir sin esas apps?

Ese es el reto (figurado) al que nos obligan los de Mountain View, que han decidido que tanto Google Maps, como Gmail y YouTube, dejen de funcionar con todos los dispositivos que tengan Android 2.3 instalado, o cualquier versión inferior. Esto, para que os hagáis una idea, afecta a los móviles (tablets todavía no había muchos) que llegaran a las tiendas alrededor de finales de 2010. Es decir, hace más de una década.

Esta decisión es definitiva y entrará en vigor este mismo mes, concretamente el día 27, momento en el que ya no será posible utilizarlas ni acceder a la información que generamos a través de ellas. La decisión llega, en palabras de Google, "como parte de nuestros esfuerzos actuales por mantener seguros a nuestros usuarios". Esto tiene que ver con políticas de privacidad y la evidente imposibilidad de garantizar la integridad de esos dispositivos cuando su sistema operativo lleva sin actualizaciones (críticas y no críticas) desde hace mucho tiempo.

Como os decíamos anteriormente, esto nos pone en la situación de que, por primera vez en la historia, esos aparatos que guardamos una vez que han cumplido su vida útil, dejan de tener funcionalidad real con el paso de los años, por lo que no es posible volver a utilizarlos. A diferencia, de otro tipo de dispositivos que sí mantienen su utilidad, sobre todo, por su condición de aparatos desconectados: ahí tenemos el ejemplo de reproductores MP3, los iPod de Apple, las viejas PDA de Palm o Casio, etc. Pero como alguien podría pensar, es ley de vida. ¿O tal vez obsolescencia programada?