El expresidente Eduardo Frei destacó los hitos y logros a 25 años del inicio de la alianza público-privada en el sector sanitario
El también presidente del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) repasó los logros de un trabajo colaborativo que nació durante su administración y que asume como uno de sus mayores legados
Muy orgulloso de la alianza público-privada que se gestó hace 25 años y que dio como resultado logros que han posicionado al país como referente en materia de gestión de agua potable se manifestó el expresidente de la República y actual presidente del Consejo Políticas de Infraestructura (CPI), Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Durante el seminario “Alianza Público-Privada en gestión del agua: resultados y desafíos” organizado por CPI, en colaboración con la Sociedad Nacional de Agricultura, Andess y Aguas Andinas, el exmandatario destacó que Chile ha avanzado significativamente en la materia. Ello lo reafirmó con cifras que demuestran que, en solo un cuarto de siglo, el país logró metas “que otras naciones tardan décadas en alcanzar”.
En el encuentro, al que asistieron la ministra de Obras Públicas Jessica López; autoridades regionales, representantes del sector privado, el mundo académico e invitados internacionales, entre otros, Frei hizo notar que a mediados de los años 90 la contaminación de los ríos, lagos, canales era un problema muy complejo para el país. “El Río Mapocho recibía toda la mugre de Santiago. El 90% de las aguas residuales de la ciudad llegaban a su cauce, al igual que al Zanjón de la Aguada”.
La decisión para cambiar ese escenario, relató el exmandatario, se basó en determinar que la única manera era a través de “una colaboración público-privada”, ya que se requería una gran inversión, junto a una amplia eficiencia en la gestión.
Por ello, en 1994 se presentó un proyecto de ley que estuvo cuatro años en el parlamento. “Hubo que llamar a los diputados y senadores uno a uno para que votaran a favor de esta iniciativa, que salió, cuatro años después, en febrero de 1998. Fue la Ley 19.549, que tuvo un éxito rotundo. Un modelo de conveniencia recíproca para el Estado, las empresas privadas y los ciudadanos”.
El desarrollo de esta alianza permitió, a juicio de Frei permitió que Chile lograra objetivos relevantes en cortos períodos de tiempo. “Lo que a muchos países de Europa les costó decenas de años conseguir, nosotros lo alcanzamos en pocos años”.
De acuerdo a un reporte de Andess, en la actualidad la industria sanitaria cuenta con más de 42 mil kilómetros de redes a nivel nacional, las que abastecen a más de 5,4 millones de hogares de 364 localidades urbanas y a más de 17 millones de personas. Hace 25 años, en cambio, el Estado contaba con 3,2 millones de conexiones para abastecer a 12, 6 millones de habitantes de las ciudades.
El exitoso modelo de tratamiento de aguas servidas
El exmandatario también destacó que Chile es el único país de América Latina con tratamiento total de las aguas servidas y uno de los pocos a nivel mundial cuya población puede beber agua con seguridad directamente de la llave. “En la región solo nosotros y Costa Rica pueden asegurarle eso a su población”, detalló.
Hace 25 años la situación era muy distinta. El país contaba con 99,3% de acceso al agua potable, 91,6% y alcantarillado y solo el 16,7% de las aguas servidas eran tratadas. En la Región Metropolitana, en tanto, se trataba solo el 4,5% de las aguas residuales. Hoy, esa cifra alcanza prácticamente el 100%, gracias a que las empresas sanitarias invirtieron más de 9.000 millones de dólares entre los años 2000 y 2022, un hito que se ha seguido desarrollando con la implementación de las Biofactorías, plantas de tratamiento de aguas servidas, en donde también se gestionan muchas acciones que potencian la economía circular, con generación de energía, gas, fertilizantes, entre otros.
Al proyectar el futuro, Frei hizo un llamado a seguir desarrollando inversiones que permitan al país estar mejor preparados para enfrentar los efectos cada vez más latentes del cambio climático, el gran desafío para las nuevas generaciones y para el que las industrias sanitarias deben seguir teniendo un rol protagónico.