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Kristi Noem inaugura el centro de detención Camp 57 en una cárcel de máxima seguridad de Luisiana

La instalación estará dirigida a acusados de delitos graves y tendrá capacidad para albergar a 400 personas. Cincuenta y una ya han sido trasladadas

La Administración Trump continúa la apertura de nuevos centros de detención para acomodar a inmigrantes bajo custodia y en proceso de deportación. Este jueves fue el turno de Camp 57 (Campamento 57) en Luisiana, que tiene como objetivo albergar a “lo peor de lo peor” y fungir como un símbolo del cual puedan presumir los funcionarios del Gobierno en el control de la inmigración irregular y el crimen. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, fue la encargada de inaugurarlo.

“No se trata de un centro de detención típico del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) como los que podemos encontrar en otros Estados. Esta instalación albergará a inmigrantes indocumentados acusados de delitos graves que han estado perjudicando a personas en este país”, expresó la funcionaria antes de pasearse y retratarse por el centro.

La infraestructura en la que funcionará Camp 57 no es nueva. En este lugar está ubicada la prisión de máxima seguridad más grande de Estados Unidos, la Penitenciaría Estatal de Luisiana, más conocida como Angola. Rodeada por pantanos llenos de caimanes y bosques poblados por osos, esta nueva sección de la cárcel estará aislada del resto de la población penal y albergará a más de 400 hombres, según un informe del gobernador republicano de la entidad, Jeff Landry. Las autoridades ya trasladaron a 51 inmigrantes y se espera que otros 150 lleguen antes de mediados de septiembre.

La secretaria de Justicia de Estados Unidos, Pam Bondi, también estuvo presente en la apertura y afirmó que Luisiana se convertirá “en un ejemplo para el resto del país”. Los esfuerzos del Gobierno estos últimos meses han estado enfocados en abrir en tiempo récord la mayor cantidad de penitenciarias para el arresto de inmigrantes. En Florida, la pista de un aeropuerto de entrenamiento remoto fue usada para levantar Alligator Alcatraz, una prisión cuestionada por numerosas organizaciones ecologistas y defensoras de los inmigrantes, que una jueza federal ordenó clausurar la semana pasada, pero seguirá operando por el fallo de un tribunal de apelaciones que acaba de inclinarse a favor de Washington.

El mes pasado, el gobernador Ron DeSantis anunció la próxima apertura de Deportation Depot, que funcionará en otra prisión estatal cerrada al oeste de Jacksonville (Florida). En el suroeste de Nebraska, las autoridades planean la apertura de Cornhusker Clink; mientras en El Paso (Texas), la ciudadanía ha protestado por la puesta en marcha del centro de detención Camp East Montana, construido en la base militar de Fort Bliss, a menos de 15 minutos del centro urbano, y que figura como el más grande de su tipo, con capacidad para 5.000 personas.

Una cárcel en la lista negra

La Penitenciaría Estatal de Luisiana goza de mala reputación dentro del sistema carcelario del país. La secretaria Noem dijo que esta fue “sin duda” una de las razones por las que la eligieron para abrir Camp 57. “Este es el mensaje que las personas que estarán aquí, inmigrantes indocumentados acusados de delitos, deben entender. Si entras a este país y victimizas a alguien… hay consecuencias. Vas a terminar aquí”, advirtió.

La CNN publicó que la prisión ha sido acusada de obligar a los reclusos a trabajar en condiciones extremas. Las denuncias señalan que los privados de libertad eran obligados a cosechar vegetales bajo temperaturas superiores a los 38 grados centígrados por poco o ningún salario. En 2021, un juez determinó que la prisión brindaba atención médica inadecuada a su población carcelaria. En la historia más remota del terreno se halla otra clave para entender el lugar: Angola fue una plantación de esclavos.

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