La noche en la que todo le salió bien a Trump
A pesar de su discurso racista y antiinmigantes, en algunos Estados Trump aumentó 10 puntos entre los latinos
Donald Trump ganó la joya de la corona: los 19 votos electorales del Estado de Pensilvania y con ellos la presidencia de los Estados Unidos. Aunque aún le faltaban tres votos para llegar a los 270 delegados que se necesitan para asegurar la presidencia, el camino hacia una victoria Kamala Harris ya estaba bloqueado. Horas después, llegó la certeza con el triunfo del candidato republicano en Wisconsin.
Trump hizo historia al protagonizar un triunfal regreso a la Casa Blanca después de su derrota hace cuatro años frente a Joe Biden. Lideró la contienda hacia la media noche con la mayoría de los votos escrutados. Y la ventaja sobre su contrincante no fue menor ni ajustada como anticipaban las encuestas. Los sondeos se equivocaron una vez más. Donald Trump arrasó y superó las expectativas incluso de los más optimistas.
Su victoria tiene sabor a revancha porque, a diferencia de 2020, esta vez ganó también el voto popular. “Es un sentimiento de amor”, dijo al hablarle a sus seguidores en un tono pausado y sin agregar mayor triunfalismo del necesario a la celebración después de asegurarse una clara victoria. Trump mejoró sustancialmente su desempeño frente a los resultados obtenidos en la pasada elección, cuando perdió por márgenes mucho menores los Estados del muro azul, cruciales para ganar la presidencia. La herramienta de predicción de The New York Times se arriesgó a predecir una victoria contundente del expresidente por 297 votos electorales. Trump incluso obtuvo un mayor apoyo entre los latinos.
A pesar de su discurso racista, antiinmigrante y a pesar del gran escándalo desatado tras el criticado comentario del humorista Tony Hinchcliffe, que se refirió a Puerto Rico como una isla flotante de basura, muchos menos latinos apoyaron esta vez a los demócratas. En algunos Estados Trump aumentó alrededor de 10 puntos porcentuales entre los hispanos. El voto masculino también ha sido determinante para los magníficos resultados del republicano. Ante la claridad de su ventaja parcial, la campaña de Harris tenía puestas todas sus esperanzas en victorias en esos tres Estados del muro azul: Pensilvania, Wisconsin y Míchigan. Esperaban mejores resultados, tal vez un “milagro” en las zonas metropolitanas que tradicionalmente favorecen al partido demócrata, ya que Trump es el rey en la “América rural”.
Estos resultados muestran un país conservador, nacionalista, desencantado con el Gobierno de Joe Biden que, a pesar de mostrar cifras económicas favorables, ha sufrido unos índices de inflación que no han perdonado el bolsillo de los estadounidenses. El alto costo de vida —incluyendo los precios desorbitantes de los servicios de salud, de la vivienda y de la educación superior—, y la crisis migratoria, de inseguridad y el deterioro en la salud del presidente Biden le han pasado una factura costosa a los demócratas.
Me pregunto, sin embargo, si son otras las razones detrás de la derrota demócrata. ¿Es machismo? ¿Es racismo acentuado por una alta dosis de sexismo? ¿Será que a Kamala Harris no le alcanzó el tiempo para remontar la desventaja de los demócratas que las encuestas de opinión mostraban antes de que el presidente Biden desistiera de buscar la reelección? No sé si encontraremos las respuestas que buscamos.
En su discurso de victoria, Trump prometió unir al país y dejar atrás la polarización. “El éxito nos unirá” y agregó que gobernará “con una misión”. “Promesas hechas, promesas cumplidas”, dijo.
Me temo que veremos a un presidente mucho más fortalecido, autoritario y dispuesto a usar su mayor poder para salvarse de los procesos legales que aún enfrenta por intentar revertir su derrota e impedir la certificación de la victoria del presidente Biden. Estos hechos desataron la trágica toma del Capitolio el 6 de enero de 2021.
Fue una elección contundente y el país y el mundo necesitan un Trump sereno y transparente al dar los próximos pasos de cara a lo mucho que hay en juego y que causa gran inquietud: su respuesta ante la justicia que lo condenó y lo imputó, el sometimiento a la justicia de los enemigos de Trump, la posible suspensión de la ayuda militar a Ucrania, el comienzo de la deportación masiva de inmigrantes indocumentados, la imposición de mayores aranceles a las importaciones, entre otros.
Las expectativas entre sus seguidores no son menores. Gran parte de los estadounidenses que han sufrido un deterioro en la calidad de vida le dieron un cheque en blanco para que cumpla su principal promesa de campaña: recobrar la grandeza de Estados Unidos. Muchos creen que Trump cuenta con lo necesario para lograrlo.
¿Les conté que el partido republicano también ganó la mayoría en el Senado y tiene una ventaja parcial para retener la mayoría en la Cámara de Representantes?