Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna -siempre que sea posible- es fundamental en los primeros seis meses de vida del niño, no solo por los nutrientes necesarios para su desarrollo físico y cognitivo y el fortalecimiento del sistema inmunitario, sino porque sirve de prevención de enfermedades como la obesidad y diabetes tipo 2 a medio plazo. Esto es así gracias a las proteínas, lípidos y ácidos grasos de la leche humana, que la investigación científica intenta replicar en las leches de fórmula.
A partir de los 6 meses, puede continuarse con la lactancia materna o bien, utilizar fórmulas infantiles de continuación. Se empieza además a introducir, de manera paulatina otros alimentos en la dieta (no sólidos porque aún no mastica el bebé) como pueden ser papillas de cereales, frutas y verduras, carnes y pescado (a partir de los 8 meses). ¿Cómo podemos reforzar esos nutrientes necesarios si la madre no puede amamantar al bebé en esta etapa? Las leches de continuación y crecimiento permiten un equilibrio nutricional adecuado que, además, garantice la salud del bebé.
En esta línea, los investigadores de Nutribén Innova® han lanzado una nueva fórmula mejorada, sin aceite de palma.
“El estándar de oro es la leche materna, por esto todos los fabricantes de fórmulas infantiles buscan asemejarse lo más posible a la misma. Dentro de la composición de la leche materna, en su cuerpo graso, destaca el ácido palmítico como el mayoritario dentro de los ácidos grasos saturados, que son esenciales para el correcto desarrollo del niño. En la formulación de las fórmulas infantiles se utilizada aceite de palma con el objeto de alcanzar la cantidad de ácido palmítico presente en la leche materna. Ahora, en Nutribén®, al eliminar el aceite de palma, para conseguir la cantidad de ácido palmítico necesaria, se utiliza una mezcla de lípidos lácteos y aceites vegetales como el aceite de girasol, coco y nabina. De esta manera, se consigue un perfil de ácidos grasos similar al presente en la leche materna1”, describe Eva Ortega, Técnico del Departamento de I+D de Nutribén®.
La alimentación durante los dos primeros años de vida es fundamental para prevenir la obesidad a largo plazo. Estudios recientes afirman que la reducción en la ingesta de proteínas entre los cero y los 24 meses de vida del niño permite reducir la cantidad de adipocitos y, por tanto, la probabilidad de desarrollar sobrepeso en un futuro2.
“Lo que buscábamos en la formulación de Nutribén Innova® 2 (de seis a 12 meses) y Nutribén Innova® 3 (a partir de un año) es reducir también la carga de proteínas en la leche, porque influyen en la generación de adipocitos y esto a su vez en la programación metabólica, es decir, en la tendencia a la obesidad", explica la investigadora. Además Nutribén Innova®, con el exclusivo BPL1, ayuda a educar el metabolismo ofreciendo una nutrición más completa, responsable y equilibrada.
Vitaminas y minerales adaptados
Además de retirar el aceite de palma y las proteínas que favorecen la creación de células adiposas, la fórmula infantil de la gama Nutriben Innova® está adaptada en función de las necesidades del bebé en cada etapa. De esta forma se añade calcio y vitamina D para el desarrollo de los huesos; hierro y yodo para favorecer el desarrollo cognitivo; zinc y vitamina A para reforzar el sistema inmunitario, asimilándose a la hiper-proteína alfa-lactoalbúmina de la leche materna.
“A partir de los 6 meses, Nutribén Innova® 2 aporta ácido α- linolénico, ácido graso esencial que contribuye al desarrollo cerebral y del sistema nervioso. Está enriquecida en hierro, que favorece el desarrollo cognitivo normal de los niños y la correcta formación de hemoglobina y glóbulos rojos. En calcio, que participa en el correcto desarrollo normal de los huesos en los niños y vitamina D que contribuye al desarrollo de huesos y dientes. En zinc y vitamina A, que contribuyen al correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Y, a partir de los 12 meses, Nutribén Innova® 3 está enriquecida en hierro, zinc, vitamina A, calcio y vitamina D, en iodo que participa en el correcto desarrollo normal del niño. En selenio, que protege el ADN y previene la oxidación, en tiamina (vitamina B1) que favorece un adecuado mantenimiento y desarrollo de la función neuronal y, junto con la riboflavina (vitamina B2) y el ácido pantoténico, contribuyen al correcto funcionamiento del metabolismo energético,” afirma la experta.
A todo ello se debe sumar una alimentación sólida equilibrada, con especial atención durante esos primeros dos años de vida, que es cuando se forman las células adiposas que condicionarán en un futuro predisposición a acumular grasa del niño2.
Más información: http://www.nutribeninnova.es/
Nutribén Innova®, sin aceite de palma
Aviso importante: La leche materna es el mejor alimento para el lactante
1. Jensen RG, 1995. Hand Book of milk composition. New York, Academic Press.
2. Según estudio “Infant formula composition affects energetic efficiency for growth: The BeMIM study, a randomized controlled trial. M. Fleddermann, H. Demmelmair, V. Grote, T. Nikolic, B. Trisic, B. Koletzko. Clinical nutrition. Elsevier 2013”.