El reparto de candidaturas locales abre grietas en Morena en los Estados
Líderes del partido acusan que la dirigencia da preferencia a políticos provenientes de otros partidos en la asignación de candidaturas a diputaciones y alcaldías
El reparto de candidaturas en Morena es una sucesión de crisis. Las pugnas que surgieron en la contienda interna por la candidatura presidencial dieron paso a las luchas por las gubernaturas, y luego a las peleas por las senadurías. Toca el turno a las crisis por las candidaturas a la Cámara de Diputados, a las alcaldías y a los Congresos estatales. Más de 20.000 cargos federales y locales irán a elección este 2 de junio. Hay espacio de sobra para las pugnas por el poder. Morena y su abanderada presidencial, ...
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El reparto de candidaturas en Morena es una sucesión de crisis. Las pugnas que surgieron en la contienda interna por la candidatura presidencial dieron paso a las luchas por las gubernaturas, y luego a las peleas por las senadurías. Toca el turno a las crisis por las candidaturas a la Cámara de Diputados, a las alcaldías y a los Congresos estatales. Más de 20.000 cargos federales y locales irán a elección este 2 de junio. Hay espacio de sobra para las pugnas por el poder. Morena y su abanderada presidencial, Claudia Sheinbaum, deben sortear las presiones en los Estados de parte de militantes que se han sentido desplazados por políticos venidos de otros partidos y que se han hecho con alguna candidatura. Los militantes heridos, que se dicen cofundadores del partido de Andrés Manuel López Obrador, han elevado la voz contra la cúpula partidista y han declarado la guerra a los chapulines, palabra del argot político mexicano para nombrar a los políticos que brincan de un puesto a otro o de un partido a otro con agilidad de saltimbanqui.
Yucatán es uno de los casos más sonados. Los problemas comenzaron desde que la dirigencia morenista, encabezada por Mario Delgado, abrió las puertas de par en par a Rommel Pacheco, clavadista olímpico transformado en político. Exmilitante del PRI y el PAN, fue recibido recientemente en Morena y se convirtió en candidato a la alcaldía de Mérida, capital del Estado. El actor Damián Alcázar recordó el paso de Pacheco por otros partidos y pidió no dar “ni un voto al traidor”. Luego, dirigentes morenistas a nivel local precisaron que la gran mayoría de las candidaturas a alcaldes en los 106 municipios de Yucatán fue asignada a políticos venidos del PRI y el PAN. Los líderes locales señalaron al abanderado de Morena a la gubernatura, Joaquín Díaz Mena —exmilitante del PAN—, de dar preferencia en el reparto de posiciones a los tránsfugas. “El mayor capital político de Morena es su credibilidad, y estas acciones erosionan la imagen del partido en Yucatán”, dijo Alberto Nolasco, exvocero del partido estatal.
Susana Gamboa, aspirante a la candidatura de alcaldesa de Mérida, cuestionó la encuesta que supuestamente confirmaba a Rommel Pacheco como el mejor posicionado entre la población. La política impugnó esa designación ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, y convocó a una votación en una plaza pública en la que la militancia demostrara a quién prefería como candidato, al margen de la resolución del partido a favor de Pacheco. “Sé con toda seguridad que no hubo ninguna encuesta, fue un proceso sin transparencia ni democracia, amañado y, además, nos quieren ver la cara de tontos, vendiéndonos una historia inverosímil de que la persona que impusieron fue el mejor posicionado en las encuestas”, escribió en redes sociales.
En Quintana Roo, otro grupo de militantes que dijeron ser fundadores de Morena en el Estado salió a denunciar la “imposición” en el reparto de candidaturas. “Hoy se pone a disposición la marca Morena. El Partido Verde [aliado electoral de Morena] ha demostrado su capacidad de venderse, de su cuota tan alta, y está en Quintana Roo engullendo a Morena, verdes vestidos de Morena que pecan de soberbia. Llegó el momento de que los morenos ocupen los espacios para poder dar verdaderos cimientos a la Cuarta Transformación en Quintana Roo”, dijo Alfonsina Sánchez Cruz, senadora suplente.
Este grupo estuvo acompañado por la senadora morenista Marybel Villegas, que en 2021 fue desplazada de la candidatura al gobierno del Estado. Ese año, la legisladora amenazó con salir de la formación, luego de que el partido se decantó por Mara Lezama, que finalmente ganó la elección. “Es un llamado a que sea tomado en cuenta el morenismo de base de todo el Estado”, dijo Villegas sobre su acompañamiento al grupo que hizo el reclamo hace unos días. Pese a sus amagos de hace un par de años, la senadora permaneció en la bancada de Morena.
En Puebla, el primer fin de semana de enero hubo una manifestación de bases de Morena en la que participaron 3 mil personas, de acuerdo con La Jornada. El reclamo: exigir a los dirigentes que privilegien a “verdaderos defensores de la Cuarta Transformación” en la asignación de las candidaturas a alcaldes y diputados locales. Particularmente se criticó la participación en la contienda por la alcaldía de Puebla, capital del Estado, del empresario José Chedraui, que fue coordinador estatal del comité de financiamiento del priista Enrique Peña Nieto en la campaña presidencial de 2012.
Otro político rechazado por los morenistas poblanos es Jorge Estefan Chidiac, que se ha metido a la contienda por una alcaldía a través del Partido Verde (PVEM). Chidiac, que ahora es diputado local y coordinador de la bancada del PRI, tiene una larga trayectoria en ese partido. Fue secretario nacional de Finanzas de la formación, diputado federal dos veces y director general del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) en la Administración del presidente Peña Nieto.
Tanto el candidato de Morena a la gubernatura de Puebla, Alejandro Armenta, como la dirigencia estatal han expresado su beneplácito a la integración de políticos de otros partidos, siempre que comulguen con fortalecer el proyecto político de López Obrador. “Las puertas abiertas las puso así nuestro líder político y moral desde el momento en que creó este movimiento y en ningún momento se han cerrado”, declaró Olga Romero Garci Crespo, líder estatal del partido.
En Guanajuato, las pugnas internas alcanzaron a la propia Sheinbaum, en un acto encabezado en ese Estado en noviembre pasado. De acuerdo con Animal Político, Sheinbaum atestiguó las muestras de rechazo de las bases hacia la expanista Alma Alcaraz, candidata de Morena a la gubernatura, que la acompañaba en el recorrido. “¡Fuera Alma!”, gritaron los militantes, que a su vez expresaron su respaldo a la senadora Antares Vázquez, que quedó en el camino de la contienda interna por la candidatura. “Encuesta comprada, derrota asegurada”, leía uno de los carteles llevados por los inconformes. Guanajuato es un Estado adverso para la izquierda, pues es gobernado desde 1991 por el PAN, de manera ininterrumpida.
En Sinaloa ha molestado entre los morenistas la participación de Marco Antonio Osuna Moreno en el proceso interno por la candidatura a la alcaldía de Juan José Ríos, tras 33 años de militancia en el PRI. Otro caso ha sido el de los diputados locales expriistas Feliciano Valle, que fue recibido en la contienda interna por la alcaldía de Guasave, y Celia Jáuregui, que se inscribió en el proceso por la alcaldía de Mazatlán. En Tabasco, un grupo de morenistas que aspiraba a cargos locales denunció que en sus territorios no hubo encuestas y descalificaron los resultados, acusando manipulación e imposición.
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