Ser niño o niña en 1946 no resultaba fácil. Tras la II Guerra Mundial eran las grandes víctimas del conflicto en Europa. Naciones Unidas, recién creada, decidió acudir a su rescate. El 11 de diciembre de ese año nació Unicef, el Fondo para la Infancia. Siete décadas después repasamos aquí la historia de la protección de los menores en el mundo. Muchos retos se han superado, pero otros han surgido; bastante es lo conseguido y otro tanto queda por hacer para que cada niño o niña, sea de donde sea, pueda vivir con los mismos derechos y oportunidades. Una tarea global con errores, aciertos y lecciones aprendidas.
La miseria y el hambre, en una Europa devastada por el mayor conflicto bélico mundial vivido hasta entonces, afectaban de lleno a los niños de 1946. Hoy, setenta años después, los menores tienen otros nombres y rostros, pero la violencia, la pobreza, el abandono y el exilio siguen siendo una realidad para millones de ellos. Este es un recorrido cronológico por avances y retos en torno a la infancia.
Un tratado internacional, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), los recoge y obliga a los gobiernos a su cumplimiento. Pero no siempre se respetan. He aquí algunos ejemplos de su variada aplicación en diversos lugares del mundo.
Catástrofes, guerras, enfermedades, hambrunas, pobreza… las amenazas a una infancia digna no han cesado en la historia de las siete últimas décadas. Los intentos de combatirlas a veces han fracasado, pero también han servido para saber cómo ayudar mejor. He aquí algunos ejemplos
Carlos Laorden, Puerto Príncipe (Haití)
Carlos Laorden, Boca Chica (República Dominicana)
Lola Hierro. Diffa (Níger)
Alejandra Agudo, Sindhupalchok (Nepal)
Óscar Gutiérrez, Bujumbura (Burundi)
¿Cómo es la actividad habitual de una organización internacional como Unicef? Para averiguarlo pasamos un día en su sede en Nueva York; charlamos con su presidente, Anthony Lake; revisamos la historia a través de los objetos que sus equipos utilizan en todo lugar donde trabajan y escuchamos a alguno de sus embajadores por el mundo y a personas que un día fueron ayudadas y hoy ayudan.
Pedimos a distintas organizaciones ideas innovadoras (reales o imaginarias) para mejorar la vida de los niños y afrontar los retos actuales. Nos sorprendieron con estas respuestas.
Lara Martínez, responsable de comunicación de Plan International en España
Decía Mafalda: "Y si hay libertad, justicia y esas cosas, me despiertan, sea el número de mundo que sea”. Y puestos a inventar, démosle ese mundo a Mafalda. Qué extraordinaria utopía sería cual científico loco hallar la fórmula del Big Bang y levantarnos mañana en un Planeta Futuro en el que las niñas y los niños fueran iguales. Educación sería la primera palabra que balbucearíamos. Gratuita, de calidad y universal, nuestro abecedario. Comprometidos daríamos desde nuestros primeros hasta los últimos pasos. Todos los tragos serían de agua limpia, la energía asequible y no contaminante alumbraría un futuro cierto y el crecimiento y las oportunidades económicas se convertirían en el pan sostenible de cada día. Finalmente, Quino despertaría a Mafalda y le diría que todo fue un mal sueño. Uno para recordar que la única forma de terminar con la pobreza y la desigualdad es tener el deseo y la determinación de ponerles fin.
José María Faura, director general de Educo
Inventaríamos la mejor escuela del mundo. Una escuela en la que todos los niños y niñas del planeta pudieran disfrutar, aprender y recibir una educación equitativa, transformadora y de calidad. Porque la educación es, sin duda, la herramienta más eficaz para reducir la pobreza y las desigualdades sociales. La mejor escuela del mundo también tendría un jardín. Uno bonito y seguro, donde jugar con los amigos. Eso es lo que nos piden cuando les preguntamos. Es su manera de decirnos que aspiran a vivir en un lugar sin violencia ni pobreza. En definitiva, quieren la oportunidad de cumplir sus sueños.
Carlos Cortés Fabregat, director de Cruz Roja Juventud España
Proponemos crear un espacio informativo semanal de la infancia, en el que se pueda ver cuál es el grado de cumplimiento de sus derechos en todo el mundo, analizar las causas de la pobreza infantil por países, así como su evolución y posibles soluciones. Niños y niñas de todo el mundo podrían enviar crónicas, reportajes e informes desde cualquier país para que toda la sociedad conozca la situación de la infancia actualizada. El programa contaría con un mapa, similar al del pronóstico del tiempo, donde se puedan identificar los países y su grado de compromiso con los derechos de la infancia.
Seth Berkley, CEO de GAVI (Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización)
Considero que sería esencial crear un sistema digital universal simple y seguro para asegurar que cada niño sea registrado en el momento de su nacimiento, junto con toda su información vital de salud, como los registros de vacunación. Este sistema también podría identificar potencialmente a los niños fuera de la escuela y más específicamente a las niñas, para que todos sean vacunados. El acceso a las intervenciones de salud es un derecho humano fundamental y la negación del mismo contribuye a empobrecer a los menores. Una identidad de salud digital ayudará a asegurar que cada niño, sin importar dónde viva, tendrá la oportunidad de alcanzar todo su potencial en la vida.
David McNair, director de la campaña de políticas de ONE
Para acabar con la pobreza infantil debemos centrarnos en el futuro de los niños, y el futuro es digital. Asegurar que todos en los países más pobres del mundo tengan acceso a Internet es clave para impulsar el desarrollo. Estar conectado significa tener acceso a la información sobre salud más fácilmente, tener la oportunidad de aprender más, y abre las puertas para el comercio y las ventas. También es una manera efectiva de hacer que los políticos se den cuenta de lo que están haciendo: la información es poder. Lograr esta conexión es la manera de asegurar que todos, sin importar dónde se encuentren, tengan las mismas oportunidades en la vida. El acceso a Internet no es un lujo, supone cambiar vidas.
Fundación Bill & Melinda Gates
Las ideas ya están aquí. Los anticonceptivos permiten a las mujeres y a las niñas de todo el mundo proteger su salud y planificar su futuro. En la Fundación Bill & Melinda Gates siempre nos hacemos esta pregunta: “¿Cómo podemos llevarlos mejor a las mujeres más pobres del mundo?" Es por eso que estamos ayudando a llevar una nueva tecnología anticonceptiva, el Sayana Press, a mujeres en algunos de los lugares de más difícil acceso. Es un anticonceptivo inyectable, fácil de usar y que requiere un entrenamiento mínimo para que lo puedan administrar los responsables comunitarios de salud que trabajan en áreas rurales remotas. Un día, las mujeres serán capaces de administrar este anticonceptivo en casa, dándoles aún más independencia, flexibilidad y control sobre su salud, su descendencia y su futuro.
María José Caballero, directora de programas de Greenpeace
La pobreza, incluida la infantil, es una cuestión eminentemente política y un primer paso para su solución sería que los líderes políticos entendieran de primera mano la realidad de tal pobreza. La propuesta que lanzamos desde Greenpeace es invitar a los cinco principales líderes políticos mundiales a convivir 24 horas con uno de esos niños y su familia. Uno en cada continente de forma simultánea para entender la realidad de la pobreza en primera persona. Después de esta vivencia, cada uno tendría que formular un compromiso concreto a corto plazo.
Mar Rivero, responsable de agua y saneamiento de ONGAWA
Uno de los mejores inventos de la historia de la humanidad es sin duda el inodoro. Invento sencillo, incluso humilde, pero imprescindible por su enorme impacto sobre la vida de niños y niñas en todo el mundo.
Sin embargo, el inodoro no está tan extendido como debería. Todavía uno de cada tres niños y niñas (624 millones) carece de acceso a una instalación de saneamiento básico. Eso les obliga a vivir en entornos insalubres, detalle que tiene consecuencias como la malnutrición, la transmisión de enfermedades (diarrea, cólera, etc.) o el retardo de su desarrollo cognitivo, y que les impiden salir de la pobreza.
Mi idea innovadora no es nueva, pero sí tremendamente eficaz: disponer de inodoros en cada casa, escuela o centro de salud de todos los hogares del mundo.
David del Campo, director de Cooperación Internacional de Save the Children
Hemos invertido mucho tiempo en contar la pobreza y en contar personas pobres. Ahora es tiempo de poner el foco también en la generación de riqueza. No existiría la una sin la otra. Por tanto, vincular riqueza y pobreza como algo que debe coexistir de forma equilibrada y sostenible nos ayudaría a tomar decisiones que consiguiesen verdaderos resultados. Así, la reducción de la pobreza y el aumento de la riqueza podrán avanzar de manera conjunta y beneficiando a los más vulnerables.
Carlos Sanguino, responsable del área de menores en Amnistía Internacional España
Por un lado, inventaría unas pastillas llamadas Cumplinina, que sirven para acabar con esa enfermedad que afecta a la mayoría de gobernantes y cuyo síntoma fundamental es olvidarse de los compromisos de derechos humanos firmados. Te tomas dos pastillas de Cumplinina y, por arte de magia, te conviertes en un buen gobernante y dejas de desahuciar familias con niños y niñas hasta que se cumplan todas las garantías de derechos humanos, y de este modo, evitas contribuir a su pobreza. Por otro, inventaría una maquinaria muy compleja, que transforme la metodología y contenidos de los sistemas educativos para que fomenten el sentido crítico. De este modo, conseguiríamos estudiantes conscientes de que la pobreza es una violación de derechos humanos, y capaces de actuar para defender los propios y ajenos.
Miriam Alía, especialista en Vacunas de Médicos Sin Fronteras
En los contextos en los que trabaja Médicos Sin Fronteras, hay un tema médico que nos parece determinante para mejorar las condiciones de vida de los más pequeños: cada año, uno de cada cinco niños se queda sin las vacunas que necesita antes de cumplir su primer año de vida. Numerosas patologías prevenibles como el sarampión, la neumonía, las diarreas hacen enfermar y acaban con la vida de centenares de miles de ellos. Considerando los años de vida potencialmente perdidos como uno de los indicadores socioeconómicos básicos, estas enfermedades, junto con la malaria, suponen el grueso de la mortalidad en los países en desarrollo. Son niños que no llegarán a trabajar, o lo harán con secuelas que les condicionarán el resto de su vida. Vacunas accesibles, asequibles (lejos de los precios desorbitados que muchos estados no pueden asumir) y adaptadas (termo-estables, y que no requieran cadena de frío) protegerían a estos niños, y protegerían de la pobreza a miles de familias a medio plazo.
Charo Izquierdo, departamento de proyectos de WorldVision
La idea de que la pobreza infantil existe porque no tenemos medios para combatirla es una idea muy extendida. Pero, ¿es cierto? Hagamos un repaso a las cosas que necesitaríamos:
Por primera vez en la historia lo tenemos todo para combatir la pobreza infantil.
Este es tu espacio, lector/a. Responde a una o a todas estas preguntas en 140 caracteres. ¿Cuáles son tus mejores recuerdos de infancia? ¿Qué derecho básico es para tí más importante en la vida de cualquier niño/a en cualquier lugar del mundo? ¿Qué pedirías a los políticos para mejorar la vida de los más pequeños? ¿Conocías la existencia de Unicef, organización de Naciones Unidas volcada en la protección de la Infancia? ¿Qué modelo de organismo inventarías tú para cuidar a los más pequeños? ¿Cómo acabarías con la pobreza y la desigualdad que tanto les afecta? Dínoslo, compártelo, difúndelo….