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¿Cómo podrían afectar las políticas de Trump al ‘halftime show’ de Bad Bunny en la Super Bowl?

El artista puertorriqueño ha sido elegido como protagonista del espectáculo de medio tiempo y el Gobierno ha amenazado con enviar al ICE

“Me fue cabrón, no sé si me viste en el Super Bowl”, cantaba Bad Bunny de forma premonitoria en su canción <3, estrenada en febrero de 2020. Realmente era una referencia a su aparición estelar junto a Jennifer López y Shakira en el halftime show de 2020. Entonces, el cantante boricua salió vestido con un look plateado cantando un fragmento de I Like It junto a la diva de Barranquilla. Aquel espectáculo de medio tiempo, en el que también participó J Balvin, tiene algo en común con el que protagonizará Bad Bunny en solitario en febrero de 2026: ambos parecen representar un mensaje frontal contra las políticas de Donald Trump.

Desde el inicio de su segundo mandato, Trump se ha encargado de reforzar los dispositivos de control migratorio en su campaña de deportaciones masivas. Unas políticas represivas que han transformado la vida de la comunidad latina en Estados Unidos. Tanto que es una de las razones por las que Bad Bunny había decidido, en principio, no traer la gira de Debí Tirar Más Fotos a Estados Unidos.

No se equivocaba. El Gobierno de Donald Trump aseguró que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) estará también presente en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California, donde Bad Bunny se presentará para el espectáculo de medio tiempo. Así lo adelantó el asesor principal de la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, Corey Lewandowski, en una aparición en el pódcast del conservador Benny Johnson.

“No hay ningún lugar donde se pueda ofrecer un refugio seguro a las personas que están en este país ilegalmente. Ni en el Super Bowl ni en ningún otro lugar”, dijo Lewandowski. “Los encontraremos. Los detendremos. Los llevaremos a un centro de detención y los deportaremos. Así que sepan que esa es una situación muy real bajo esta Administración, que es completamente contraria a como solía ser”, advertía Lewandowski en el show emitido el 1 de octubre.

Una posición que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha reforzado en los últimos días: “No hay refugio seguro para extranjeros ilegales criminales y violentos en los Estados Unidos”, aseguraron a The New York Times, aunque sin especificar cuáles serían las medidas durante la celebración del Super Bowl.

En un clima de incertidumbre y polarización política, todo el mundo se pregunta cómo podrían afectar las medidas del Gobierno al evento que tendrá lugar el próximo 26 de febrero.

La posibilidad de que el Gobierno intervenga en la presentación de Bad Bunny

La selección del artista para el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl no depende del presidente de Estados Unidos. Es un proceso colaborativo que involucra a varias entidades clave. Desde 2019, la NFL (National Football League, la liga profesional de fútbol americano en Estados Unidos) mantiene una asociación clave con Roc Nation, la empresa de Jay-Z, encargada de la supervisión y producción del espectáculo y la selección de los artistas.

La elección comienza con un equipo de entretenimiento de la NFL, compuesto por ejecutivos de la liga, expertos en producción y representantes de Roc Nation. Este grupo elabora una lista reducida de candidatos, considerando factores como influencia cultural, capacidad de atraer a un público amplio y experiencia en escenarios de gran magnitud. Una vez definida la lista, la ciudad anfitriona del Super Bowl también puede intervenir en la decisión final.

Sin embargo, existen antecedentes de que la organización intenta limitar ciertos contenidos. En la presentación de Jennifer Lopez en 2020, algunos miembros de la NFL se mostraron reacios a partes de la puesta en escena, especialmente la que mostraba a niños en estructuras metálicas similares a jaulas, haciendo referencia a los menores detenidos en los centros de detención en la frontera sur.

En el documental Halftime de Jennifer Lopez, se muestra cómo la cantante discute con los organizadores en una acalorada llamada con Ricky Kirshner, productor de la NFL: “Es un escenario tan grande, y un show tan importante… ¡y ha sido una pesadilla desde que comenzamos!”, expresa Lopez. “Estoy tratando de darles algo con sustancia, no solo estar ahí moviendo nuestros malditos traseros y bailando (...) Quiero algo real. Quiero algo que haga una declaración, que diga que pertenecemos aquí y que tenemos algo que ofrecer.”

En el caso de Kendrick Lamar, que protagonizó el show de 2024, varios medios reportaron que la organización quiso limitar algunas letras del cantante, especialmente su ataque a Drake en Not Like Us. Además, omitió interpretar Allright, un himno vinculado al movimiento Black Lives Matter, porque la NFL decidió eliminar la frase “end racism” (terminar con el racismo) de la zona de anotación del campo de fútbol, según la BBC. Además, uno de los bailarines fue detenido y excluido de por vida por mostrar una bandera de Palestina y Sudán durante el show.

¿Podría existir alguna restricción de contenido político para Bad Bunny? Aunque el Gobierno de Trump no intervenga directamente en la organización, sus políticas pueden interferir en la celebración del evento. Además de enviar al ICE, otras medidas podrían afectar de forma directa o indirecta: presión sobre los contenidos que Bad Bunny quiera expresar o retos logísticos (coordinación del equipo, reforzamiento de dispositivos de seguridad, etc.). Por ahora, habrá que esperar para ver cómo esto podría manifestarse.

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