Las autoridades alertan del aumento de estafas cometidas con ATMs de Bitcoin
Las cantidades denunciadas se ha multiplicado por 10 en apenas tres años. En lo que va de 2024, en base a las denuncias, se han estafado de esta forma 66 millones de dólares
Las nuevas formas de pago pueden abrir la puerta a nuevas formas de fraude. Las estafas cometidas a través de los cajeros automáticos de Bitcoin (BTM) no hacen más que crecer, según datos de la Comisión Federal de Comercio (FTC). En noviembre se cumplirán dos años de la rápida caída de la tercera plataforma de intermediación por volumen de criptodivisas, FTX, por un fraude a gran escala que costó millones a sus inversores, pero no es ese el tipo de trama del que alerta la FTC. Se trata de una insidia a más pequeña escala que daña a personas como usted, sus vecinos y sobre todo los mayores. Una trama con la que en los primeros seis meses del año, y solo contabilizando los casos denunciados, se han estafado ya 66 millones de dólares.
El año pasado las pérdidas que se contabilizaron en los casos que se denunciaron sumaron 114 millones, 10 veces más que en 2020. Las autoridades creen que estas cantidades solo son una parte visible de la realidad de estas estafas porque la mayoría de las que han sido perpetradas no se denuncian. La FTC califica de “enorme” el crecimiento de estos fraudes perpetrados a través de unos BTMs que en los últimos años se han instalado en tiendas de conveniencia abiertas 24 horas, gasolineras y otras zonas populares. Son máquinas que se usan para comprar o enviar criptodivisas para las que los estafadores han encontrado un uso más oscuro.
La media de pérdidas declaradas por incidencia es de 10.000 dólares, una cantidad que destroza presupuestos familiares durante mucho tiempo. Según las autoridades, las personas mayores de 60 años suelen reportar ser víctimas de esta estafa tres veces más que los jóvenes.
¿Cómo funciona?
No hay un solo guión para este fraude, lo que obliga a estar doblemente alerta, pero en la mayoría de los casos la víctima recibe una llamada o un mensaje de texto sobre actividades sospechosas en sus cuentas o gastos no autorizados. En otros casos se recibe un aleta de seguridad en la computadora en nombre de Apple o Microsoft. Es algo que pone en guardia a muchos usuarios que creen en la veracidad de estas comunicaciones y se completan con una llamada telefónica en la que alguien juega el papel de ser un representante de una oficina gubernamental (incluso la FTC). En estas llamadas se termina de contar el cuento de que todo el dinero que la víctima tiene está en riesgo o que sus cuentas están siendo utilizadas por criminales en operaciones de blanqueo de dinero, tráfico de drogas y otros delitos.
El segundo paso es la oferta por parte del estafador de arreglar esta situación, que le pide a la víctima que deposite dinero en un BTM para protegerlo. Según la FTC llaman a estos BTC “cajas de seguridad”. “Piden a la víctima a que vaya a su banco, que saque el dinero, que vaya a un BTM cercano o quizá uno específico para depositar esa cantidad. La víctima recibirá por mensaje de texto un código QR para escanear en la máquina y una vez que eso ocurre el dinero depositado irá directamente al bolsillo del estafador”, describe la FTC.
Distinguir las llamadas y mensajes de texto legítimos de las estafas es cada vez más difícil incluso para el más entrenado en distinguir situaciones que pueden acabar en un fraude. Y estar alerta es un trabajo que cada vez se complica más y precisa de más verificaciones.
Para empezar, la FTC recomienda que nunca abra un vínculo a una página en la web que le hayan enviado, no responda a llamadas inesperadas o textos que aparezcan en su celular. Si cree que un mensaje, por ejemplo, sobre falta de pago de su última factura de la luz puede ser verdad, llame directamente a la empresa proveedora pero con el teléfono que usted tenga de la empresa, no el que le faciliten en el texto. Nunca use el teléfono o la web que le adjunten en el mensaje y pregunte por la incidencia.
Tenga en cuenta que desde las agencias del Estado nunca le van a llamar por teléfono si no se han puesto antes en contacto con usted por carta. Esas llamadas en las que le digan que es la policía, el IRS , la FTC, la SEC o cualquier otra agencia, sin que haya mediado comunicación legal escrita o visita, son fraudulentas.
“Llevamos varias semanas llamando pero solo ahora conseguimos hablar con usted pero sepa que mañana o esta tarde cortaremos la electricidad por falta de pago”. Esta línea o variaciones sobre ella en las que se obliga a actuar con premura debe poner en alerta máxima a quien la oiga. Los estafadores imprimen prisa en sus acciones para evitar que se verifiquen las alegaciones que se hacen o se hable con alguien que desmonte la trama o tenga sospechas sobre ella.
No hay ninguna emergencia de pago que se solucione con el pago en un ATM de Bitcoin o una tarjeta prepagada o de regalo. Ningún negocio, ninguna agencia del Estado le va a pedir nunca nada semejante. Si llega al punto en una llamada en la que le dicen eso, cuelgue el teléfono, quédese con la mayor de las tranquilidades y celebre que en ese momento su dinero está seguro. En caso de que sea víctima de un fraude reporte a la policía y a la FTC en ReportFraud.ftc.gov.