EN EL CORREDOR DE LA MUERTE
"Mi vida paró en 1994. No recuerdo qué se siente al estar libre. Hasta en mis sueños soy un preso" Pablo Ibar pasó 16 años esperando su ejecución en Florida (EEUU) por tres asesinatos que él y su familia llevan 25 años intentando demostrar que no cometió. Tras el cuarto juicio, su destino sigue en el aire. Y ahora da el salto a la televisión.
